Paraíso de los Pecadores [1](+18)

Capítulo 43 :Juicio parte 2 ...

Varias veces he atravesado situaciones de estrés que me han generado trastornos severos en mi comportamiento y en alimentación. Mis esperanzas son nulas ante todos los cargos que la ley me está aplicando, fueron acciones malas que cometí y que ahora debo pagar con condena.

La noche fue fría y dolorosa para mi, mi mente se encargó de recordarme a cada instante la cara de Stefan riéndose de mis desgracias, me da coraje el hecho de que en unas horas seré condenada a años de prisión y que no voy a poder vengarme del desgraciado que acabo con lo más importante que tenía en mi vida.

Mis ojos viajan hacia la embarazada que reposa en mi cama y no puedo evitar sentir un poco de envidia por su estado, yo también estuviera así en estos momentos, en la dulce espera de mi hijo, pero, Drick Mascherano me impidió esa dicha,por lo que el tarde o temprano pagará con su sangre el dolor que me provoco.

—¡Te deseo suerte!.—Molly me abraza antes de que el guardia abra la celda para sacarme.

—Gracias...—Le doy mis manos al guardia para que me ponga las esposas—...pero creo que no es necesario, mi destino está más que escrito.

—Tranquilas señoras—El oficial me saca de la celda y seguido a eso, la cierra, me toma del brazo y me conduce por el largo y oscuro pasillo.

Anoche me quitaron la ropa que traía, me la cambiaron por un uniforme naranja que no es por presumir pero se me veía muy bien, en la mañana para lo único que tuve tiempo fue para tejerme una trenza francesa, que no me quedo muy bien porque no tengo peine acá adentro, hice mi mejor esfuerzo para presentarme decente a la corte.

Dejamos atrás él área de las celdas, nuestros pasos retumban en los pasillos de la DAE, todos me miran y yo los ignoro, sigo fuerte, pensando en el juicio que me espera.

Dos personas se cruzan en mi camino, uno da la parte izquierda y otro de la derecha, Dos hombres que se han encargado de joderme la vida cómo han podido, y ahora, el único hombre que me había tratado como una verdadera mujer, que me había mostrado ese lado tierno y seductor, el que con su mirada era capaz de paralizarme y dejarme sin respiración;pero, también fue el que decidió dejarme en este hueco sin salida y eso ha borrado todas las acciones bonitas que el ha tenido conmigo. Lo único que puede sentir mi corazón en este momento es ira.

—¡Te vas a podrir en la cárcel,maldita!—La voz ronca de Drick si filtra por mis tímpanos provocando un aire gélido en mi piel.—El karma siempre llega.—me escupe la cara.

—Puedes escupirme,violarme, hasta matarme.—Lo miro de una forma seria, puedo sentir como sus piernas tiemblan y como sus venas se alteran—Si yo fuera tu, anduviera con más cuidado, para cuando las cobras empiecen a resbalarse por el suelo, no te arrastren.—Levanto mis manos esposadas en forma de saludo—Me presento, soy la cobra que te arrastra hasta su infierno.

—Muy segura de ti misma y todo...—Stefan me habla por el otro lado.—Pero lamentablemente tu posición ahora esta en una cuerda floja.—Me mira de arriba abajo con un gesto de desprecio.—Y me encargaré de que tu...—mira a Drick con furia—y este maldito paguen por la muerte de mi hijo.