09

91 32 20
                                    

—Jungkook, vamos a ir al río a tomar un baño —su hermano menor dijo mientras se apoyaba sobre sus rodillas para reducir la diferencia de altura que los separaba—. ¿Vienes con nosotros?

Jungkook negó con una sonrisa perezosa, bostezando suavemente para hacer su actuación más creíble.

—Prefiero ir más tarde —murmuró sentado debajo un árbol viejo y frondoso que estaba junto a su casa, frente a la habitación donde dormía, dándole una pequeña mirada a su hermana mayor que estaba a unos cuantos metros de ellos, quien frunció un poco el ceño al escuchar su respuesta desde la entrada de su hogar—. No pude dormir muy bien anoche y el agua me quitará el sueño. Me gustaría tomar una siesta.

Jeon Jaejeong asintió al enderezarse.

—Bien —su hermano lo miró con cierta desconfianza porque su comportamiento le parecía extraño desde hace unos días, pero Jaejeong desistió de preguntar de nuevo cuando vio sus ojos un tanto hinchados por el cansancio. No pensó que era una excusa—. Le diré a mamá que no irás, pero te hará ir a recolectar con ella más tarde.

—Está bien, no me molesta hacerlo —Jungkook se encogió de hombros mientras veía a su madre salir, quien alzó las cejas sorprendida al verlo recostado, pero no se detuvo a preguntar y siguió caminando, siendo seguida por su hermana en dirección al río.

La verdadera razón por la que no quería ir con ellos, es porque estaba esperando algo.

A alguien.

Su hogar se quedó vació en cuestión de minutos, y Jungkook los despidió a todos con un movimiento de mano mientras se recostaba sobre la hierba, esperando pacientemente a que se perdieran de su vista para salir corriendo en el sentido contrario a donde habían partido.

Debía apresurarse.

Durante los últimos días, Jungkook había estado esperando encontrar a Taehyung junto a la valla que dividía el bosque porque se estaba volviendo una costumbre, pero de nuevo él se había ausentado durante casi una semana sin decir nada, y aunque había optado por poner todo su esfuerzo en evitar desarrollar algún tipo de apego con el niño, cada vez le era más difícil desistir al vínculo que estaban creando sin notarlo.

Taehyung le había llamado su amigo y desde entonces no podía estar más feliz porque... Nunca había hecho uno más allá de su familia, así que la idea lo tenía un tanto ansioso y emocionado.

Era una sensación agridulce el tener ese tipo de conexión con alguien de su edad porque podía corresponder su emoción, pero al mismo tiempo Taehyung era tan distinto que se sentía impotente al saber que estaba atravesando por una situación que sentía casi como propia cada vez que leía sus cartas. Jungkook empezaba a preguntarse si también debería decirle algo o intentar consolarlo.

¿Sería muy riesgoso hablarle?

Definitivamente lo era.

Aún así, sus dudas no le permitieron detener sus pasos con una prisa impulsada por la insistencia de su corazón acelerado. Todos los días había ido al mismo lugar a la misma hora, incluso un poco antes si la ansiedad le hacía madrugar, pero no había visto nada. Taehyung de nuevo se había desaparecido por un largo tiempo y le preocupaba no saber la razón.

Se acercó a la división del bosque con pasos silenciosos debido a sus pies descalzos, y solo alcanzó a esconderse detrás de un grueso tronco cuando el suelo crujió por las hojas secas que fueron pisadas a unos metros.

—Ángel —Jungkook escuchó su voz tan bajita que no la habría percibido de no ser por sus desarrollados sentidos. El corazón se le detuvo por un segundo.

The Forest | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora