30. heartless

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Miró la fecha en su celular, y como dijo Khloe le había dado su espacio a Kendall por casi dos semanas.

Claro, había visto a su hijo en todo ese lapso de tiempo, pero por desgracia no había podido entablar alguna conversación con ella.

Gracias a Khloe, Jess había podido hablar con la familia y explicarles de manera tranquila y con el mayor arrepentimiento lo que había sucedido con Kenny. Y aunque sentía que ya no era la misma confianza de antes podía decir que todos hacían su esfuerzo por tratarla de la mejor manera.

Hoy era el día, había estado esperando este momento por las últimas semanas así que se vestio de la mejor manera posible y preparó los suficientes argumentos.

Pero antes decidió pasar a casa de Khloe, tenía algunas cosas que recoger, por lo que subió a su auto y manejó hasta ahí.

Iba a llevarse la sorpresa de que su motivo principal al salir de casa se encontraba comiendo una ensalada con Khloe.

—Eso es lo que ella me dijo —dijo la rubia mientras comía un poco de su ensalada.

—Odio que ella solo trate de hacerse ver mejor y a mi me haga ver como una puta loca —exclamó de manera molesta.

—Pero-

—Kenny, solo escucha lo que tenga que decirte —su hermana trataba de tranquilizarla. —Ella no se la ha estado pasando bien...

—¿Y crees que yo si, Khloe? —se cruzó de brazos. —Todas las putas noches trato de encontrar alguna razón por la cual ella haya hecho eso y simplemente no la hay, ella solo quería joderme

—No es así, Ken

De un momento a otro el timbre sonó, Khloe se levantó para ir a la puerta y encontrarse con la antes mencionada.

Kendall simplemente se quedó ahí con la vista a su celular, Maddy iría más tarde a su casa a hacer algo como una pijamada.

—Jess, no es buen momento —decía Khloe.

—¿Esta aquí ahora? Tengo que hablar con ella —paso y fue directo a la cocina donde se encontró con su objetivo principal.

El cual solo le dio una mirada desaprobatoria y se levantó. Se veía más seria de lo normal, se acomodó la chaqueta de cuero y terminó su taza de té de un solo trago.

—Este es mi pie para irme, gracias por el desayuno, Koko —se acercó a Khloe y beso su mejilla ignorando por completo a aquella castaña que al ver a la más alta se le había ido toda la fuerza para hablar con Kendall.

Cuando reaccionó Kendall estaba cruzando la puerta por lo que corrió detrás de ella y tomó su brazo. —Necesitamos hablar

Kendall miro el agarre en su brazo para finalmente solo volver su vista al interior de la casa y buscar algún lugar donde pudieran charlar.

—Tienes 20 minutos, Jones —se dio la vuelta y entró a la casa para dirigirse al patio, siendo totalmente seguida por la castaña.

Después de que se acomodaran en una pequeña mesa en el patio de Khloe, Jess trataba de buscar las palabras correctas para hablar.

—Te amo, Kendall. Lo sabes, ¿cierto? —trato de tomar sus manos sobre la mesa pero está las retiro de un solo movimiento.

—Ve al punto, Jessica —kendall estaba siendo totalmente indiferente, ya no había ese brillo en sus ojos cuando la miraba.

Solo se encontraba con unos ojos cansados, y sin expresión alguna en ellos.

—Fuí una imbecil, lo acepto. Pero no quiero perderte, amor —sentía sus ojos aguadarse, pero al parecer por parte de la otra no había empatia alguna. —Hice cosas terribles, que no merecías, en absoluto. Yo...creí que le harías daño y-

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