Capítulo 3

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2002

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2002

— Tenemos una reservación — dice papá y sonrío alegre hacia la mujer en recepción — a nombre de Benjamin Falcone.

— Mesa para siete, ¿no es así?

Papá asiente y pronto caminamos tras la mujer en el amplio lugar, es acojedor y veo a muchas familias en sus mesas, no puedo evitar pensar en mamá.

La joven mujer habla con papá, que aparta la silla para mi y me siento esperando, ansiosa.

Papá no tiene muchos amigos, es tan malo haciendo amigos como yo, por eso no me incomoda andar sola.
Está bien estar sola, no significa no tener a nadie.

— De acuerdo, son Philippe y Cristine Bianchi, tienen tres hijos, son franceses y están de vacaciones.

Absorbo la información como esponja y asiento cuando lo tengo.

Hablamos mientras esperamos, habiamos llegado algo temprano y se prende el foquito en mi cabeza mientras tomo una rodaja de pan.

— Papá, quiero ser modelo.

El gesto se le desencaja y sus cejas se fruncen tanto que me incomoda. Papá tiene una empresa y yo debo seguir sus pasos, cuando en realidad quiero seguir los de Naomi Campbell o Claudia Schiffer.

— ¡Ben!

Una voz de hombre lo distrae y veo a papá levantarse de su lugar para abrazar a una mujer muy hermosa que asumo es Christina y a un hombre que supongo que es Phillippe.

— Luces bien, hombre, los años te han sentado de maravilla — el señor abraza otra vez a papá, pero la mujer me mira mientras veo a tres niños detras de ellos.

— ¿Stella?

— Hola, mucho gusto señora Bianchi.

— Hermosa, no, solo Chris o tia o como quieras, cariño, yo te cambié los pañales.

Mis mejillas se tiñen de rosa y toma mi mano dudando.

— ¿Te puedo dar un abrazo?

Me acerco y se siente tan reconfortante que extraño mucho a mamá y me lo recuerda. Solo sonrío alejandome y seco mis manos sudorosas por mi vestido.

— Pequeña, estos son nuestros hijos — presenta el señor Bianchi — Tom, Mélanie y-

— Hola, soy Jules — el acento del niño me hace sonreir y miro a papá extrañada sin saber que decirle, papá sonríe alentándome a decir algo y extiendo mi mano que toma rápidamente.

— Stella Falcone.

— Mi mamá es la mejor amiga de tu padre, ahora seremos amigos, ven, siéntate conmigo, Stella.

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Dear diary, I met a boy | Jules BianchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora