Capítulo 13

471 47 2
                                    

2013

— Odio a los hombres — sisea Victoria, la teammate de Jules intercalando el odio con sorbitos de agua.

Mi prometido se mantiene a unos metros de distancia, apenado por ella y por el piloto de Red Bull con el que me crucé esta mañana y parecía a punto de caer en depresión.

— No los odias, solo odias a Sebastian — corrige Eva, la mujer de Kimi sobándole la espalda.

— No, tampoco odias a Sebastian, solo están en un mal momento — Corinna corrige a la latina tomando las manos de la piloto de Marusia.

No tenía idea de lo que había hecho el piloto de RedBull, pero afligía a Vic Koraslan y con ello, se afligía mi chico que me había pedido lo acompañe a Brasil para intentar apoyar a su amiga.

— ¿Qué tipo de mal momento?

Ella se remoja los labios y sus ojos están húmedos, pero llora, dijo Jules que ella no soltó ni una sola lágrima. Solo apareció en su habitación de hotel y preguntó si podría prestarle a su novia.

Aparecí tan pronto Jules me lo dijo.

— Vettel...Vettel hace esto de ponerle el nombre de las chicas con las que acuesta a... — ella sacudió la cabeza, no queriendo hablar de ello — hay otro nombre y yo solo...yo solo creí que estabamos coqueteando bien, es absurdo, es coqueteo, porque me odia y yo le odio.

— ¡Que demonios hacen que es tarde!

El team principal luce furioso y veo a Jules tirar del hombre hacia afuera, abrazo cortamemte a Vic al igual que las chicas y veo a Eva correr fuera para llegar a su esposo.

Corinna, nuestra mente pacífica solo me sonríe y me dice que vaya a desearle suerte a mi marido.

Aún no es mi marido, pero me gusta como suena.

— Te amo, Falcone.

— Te amo, Jules Bianchi

— Casémonos aquí.

— ¿Cómo?

Jules se coloca el casco y me quedo estática ante eso.

— Casémonos aquí, en Brasil.

— ¿Cuando?

Jules se encogió de hombros.

— Ya estamos aquí, moun amor.

P5.

Boda.

Creo que podría viajar con mi novio siempre.

Querido diario:

Me casé un martes de noche, en una iglesia de São Paulo, con un vestido escandaloso, una cena en una terraza y la luna de miel en la playa.

Nadie sabe que lo hicimos.

Christina sigue ayudándome con los planes de boda en la Toscana, yo también lo hago, me gusta la idea del gran escándalo, pero Jules y yo amamos los momentos que solo nos pertenecen a nosotros.

《Jules, gracias por hacerme tan feliz》

— Se ha visto a la empresaria y modelo italiana Stella Falcone y al piloto de formula 1 Jules Bianchi saliendo de una iglesia de São Paulo, recién casados y en un intento de secreto tras el Gran Premio de Brasil, fuentes informan que esperar al verano del 2014 como habían anunciado es demasiado para la joven pareja tras diez años de relación.

Charles dobla el periódico y Jules sonríe viendo a su ahijado, que intercala miradas con Vic sentada en uno de los sofas de nuestra casa.

El monegasco carraspea y estiro la mano intentando acomodarle el cabello, se aparta, tan ofendido como sabía que estaría. Es una reina del drama y lo adoro.

— Yo soy su bebé.

— Y yo tenía que ser la madrina.

— Literalmente, me dieron a guardar las alianzas desde hace meses para que yo se lo entregue aunque no soy un niño pequeño y ahora, tras practicar mi camita hasta el altar sin tropezarme y tirar las argollas, ¿me salen con que se casaron en Brasil y sin mi?

— Char...

— Esa boda va a ocurrir — le dice Jules.

— Pero no es lo mismo — la piloto Turca apoya a Leclerc y quiero reir.

— Ni siquiera tenemos argollas, Char. Tu tienes las nuestras, nos casaremos el verano que viene.

— Eso si no nace Jules segundo antes.

— ¡¿ESTÁN EMBARAZADOS?!

— JODER, NO.

— ¡Voy a tener una no hermana-sobrina!

— No aún.

— Per-

— Nos casaremos en La Villa Stella en junio, Charles, llevarás los anillos, tu— señalé a Vic con una flor —  vas a pararte conmigo y todos vamos a estar felices.

— Ademas, los que andan como conejos para tener hijos son otros de la parrilla — susurró Jules y apreté los labios viendo la frustración de Vic.

— ¿O sea que hay mas cosas que no se?

No seas chismoso, Charles.

Dear diary, I met a boy | Jules BianchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora