Capítulo 5

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Veo a un montón de niños a mi alrededor, apretando la tira de mi bolso pequeño y mareándome intentando encontrar los ojos mieles de Jules.

No debí querer buscarlo por mi cuenta.

Ahora ya no veo a papá, ni a la familia de Jules que nos invitó a verlo correr.

Tengo miedo.

La sensación de panico se arma en mi estómago y parpadeo las lágrimas.

Ya lloré suficiente desde que ella se fue casi tres semanas atrás.

Avancé, como si pudiese por obra de magia llegar a él.

— ¡Sabia que eras tu!

Un tirón en mi brazo me hace chillar, el sonido se ahoga en el pecho de Jules y me aferro al niño como si pudiese salvarme la vida.

— Yo te estuve buscando — digo, mientras nos mueve casi bailando en nuestro lugar, veo a Mel reirse a unos pasos, a punto de acercarse y como Jules estira la mano.

— No, consíguete una amiga propia. Esta es mia, ¿verdad, Stella?

Parpadea con los ojos brillantes y me hace sonreir, asintiendo. Jules no lo duda y me besa la mejilla apartándose para tirar de mi a donde sea que vaya. Habla rápido, no entiendo mucho de lo que dice por su pésimo acento y recorro su uniforme intentando ubicarlo mejor para la suguiente.

— Hey, mira Lew — veo a un niño mirarnos y sonrio levantando la mano en modo de saludo, él tambien sonríe y me saluda animadamente — esta es Stella, será modelo.

La afirmación de Jules me sonroja y asiento viendo a "Lew" animarse.

— Ojalá verte algún día en Milán o algo así.

— Gracias Lew.

Jules explica cosas que aunque escucho atenta no entiendo y finalmente tras terminar de prepararse y colocarse el casco me pide que lo espere con nuestros padres. Asentí y me abrazó otra vez antes de que pueda irme.

Dear diary, I met a boy | Jules BianchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora