Capítulo 2

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Estar rodeada de personas por mucho tiempo, era algo que de verdad disfrutaba; el salir, el ver gente, el conocer, sin embargo, tenía una especie de cronómetro, que en cuento se encendía, su batería social se iba de bajada, y era cuando ya no soportaba estar con humanos a su alrededor, ni mucho menos el disturbio que estos creaban. Era ahí cuando deseaba ir a su casa, acostarse, y abrir alguna aplicación como wattpad, o netflix, y pasar su tarde consigo misma, no había mejor plan que ese. Sin embargo, ese plan fue botado a la basura, pues se encontraba en aquella cafetería, justo afuera de su preparatoria, solamente cruzando la calle.

-Entonces, ¿si tuvieran de amigos a BTS, con quien no se separarían por su buena química que tendrían? Yo con Jk, podríamos estar juntos en el gym, y se volvería mi gymbro, me daría tips para aumentar mi masa muscular, y haríamos karaoke en la madrugada para despertar a los vecinos- Dijo Andy, mientras tomada un pedazo del pastel de chocolate que estaba compartiendo con Abby.

-No sé, ¿a alguno de ello le gusta los videojuegos?

Andy volteo a ver a Lalo, quien se encontraba a su derecha, emocionado por contestarle - En ese caso, tu alma gemela seria el worldwide handsome de bebé Jin, a él le encantan los videojuegos.

-Bueno Andy, si tú estarías con Jk, yo estaría con Tae, arriba el Taekook- Dijo Sami, sacándole un gritito de afirmación y emoción a Andy, mientras le daba otra cucharada de la rebanada de pastel en la boca.

-Taekook más real que mi existencia- Grito Andy, casi escupiendo en la cara de Sami lo que recién había recibido por parte de ella, haciendo que todos en el local voltearan a ver su mesa, sacándoles una pequeña risa a todos los del grupo, excepto a Andy, quien sonrió apenada, regresando a su asiento.

-Yo no me separaría de Hobi, él es un sol, y tiene la energía que necesito para estar feliz todo el tiempo, el sería mi vitamina- Dijo Abby, uniéndose a la conversación después de estar callada desde que salieron de la preparatoria.

Abby estaba al tanto de ese grupo, le gustaba mucho en realidad, pero era Andy, quien se consideraba Army al 100%, siendo tan feliz. Su grupo de amigos no se quedaba atrás, sabían al menos lo más básico de ese grupo, todo gracias a Andy; todos ellos ya se conocían hace 8 años, en ese entonces la fan del grupo era alguien triste, solitaria, cerrada, sin embargo, al acercarse a ese grupo, cambio mucho, y cambio para bien, fue por eso que Abby decidió conocer más sobre ellos, y de esta forma, tener algo de qué hablar con Andy, y se sintiera en confianza para ser más ella, y no ocultar su verdadera personalidad. Vaya que funcionó, y todos en el grupo lo sabían, y la apoyaban totalmente, eran felices viéndola a ella tan feliz, incluso Lalo, siendo hombre, quien ignoro las opiniones negativas, principalmente por su género, se incluía en ese tipo de conversaciones, todo por ver a la más pequeña del grupo, feliz.

-En fin, ¿le entendieron al trabajo de geometría?

-No puede ser, sólo Lalo quiere hablar de geometría en nuestro descanso.

-Bueno, él tiene razón, estuvo un poco complicado el tema de hoy, parecía que la maestra estaba algo frustrada por que no comprendíamos, o algo así, pero tú - apunto a Sami- parecía que estabas en tu propio mundo, supongo que por eso no estas preocupada por ello.

-Ay Andy, ¡tenia cosas más importantes en que pensar!

-¿Si? - Sami asintió - ¿Cómo cuáles?

Se quedó viéndola directamente a los ojos por 4 eternos segundo, según Sami, cuando finalmente contesto - Este... oigan, hablando de eso, todos frustramos a la profesora, pero quien no lo hizo, fue Alex, quien al parecer fue el único que le entendió al tema - Dijo tratando de desviar el tema de conversación, y lograr desviar la mirada de Andy.

Aquel nombre capto aún más la atención de Abby a la conversación que mantenían sus amigos.

-Parece algo engreído - dijo, sin ocultar la molestia que le daba cada que lo recordaba.

Todos en la mesa voltearon a ver a Abby por su comentario.

-En realidad me parece una buena persona, digo, ayer le mande mensaje y me ayudo a responder una duda

Todos movieron la cabeza con afirmación, apoyando el comentario de Lalo.

-Parece que eres la única a la que no le agrada Alex, eso es algo raro en ti, ¿algo que tengas que decir al respecto?

-Sami tiene razón, a ti todo mundo te parece agradable, y siempre justificas las acciones de los demás, ¿por qué no lo haces con Alex? - Dijo Lalo, mandándole una mirada sospechosa a Abby.

-No todos me tienen que parecer agradables, eso es imposible, que no quiera hablar mal de las personas es otra cosa - Dio por terminado ese tema, considerando el tono en el que lo dijo, resignando a sus amigos a obtener más información al respecto.

-Vale, no te exaltes, nosotros no dijimos nada.

Después de una jornada de clases, el grupo de amigos salió de la preparatoria, cargando sus mochilas, dirigiéndose a la motoneta de Abby para acompañarla.

-Nosotras nos vamos, tendremos una tarde de películas, es una lástima que ustedes estén tan ocupados para acompañarnos- Dijo Sami con semblante triste, apuntando a Lalo y a Abby.

-Lo mismo pienso, pero no puedo faltar más a mi trabajo, y Lalo tiene sus clases privadas.

-Tengo que mantener mi beca, y necesito calificaciones excelentes, lo saben - Dijo Lalo, recordándoles.

-Si, bueno, que lastima... ¡Adiós!- Dijo Andy, jalando el brazo de Abby para abrazarla, y dar paso al lado contrario, y esperar a su transporte.

-Pues triste triste, Andy no estaba- dijo Lalo viendo al par de amigas - Adiós Abby, éxito en tu trabajo- termino por decir, subiéndose al auto que se encontraba llegando.

Fue ahí donde la mencionada finalmente se quedó sola, después de mucho tiempo, claro que aun habían estudiantes a su alrededor, pero todos se encontraban ajenos a ella. Ahí volvieron aquellos recuerdos que la invadieron hace unas horas atrás.

-Y Dime, ¿Cuáles son tus expectativas en estas consultas?

Abby le conto un poco de su vida, y le dijo que quería mejorar su relación que tenía con su hermana.

-He notado que te ríes cuando estás diciendo algo triste, o que te trae recuerdos malos- Dijo la psicóloga, apuntando con un lápiz, sin verla a los ojos.

-Si, supongo- Abby respondió, aún con una incomodidad, no solo por la persona que se encontraba detrás de ella, si no por el silencio que se creó en ese momento.

-Termino la sesión, te dejaré de tarea escribir tu biografía, y una carta para ti misma, en donde plasmaras todo lo que te quieras decir a ti - Dijo la psicóloga, cerrando la laptop que tenía en frente, en donde se la pasó la mayor parte del tiempo escribiendo la mayoría del tiempo en que Abby estuvo hablando.

Abby salió de aquel lugar dando las gracias, percatándose de que solo habían pasado 35 minutos, cuando se supone que la sesión era de 1 hora. Se quedó con un mal sabor de boca, y a la semana siguiente, donde era su siguiente cita, decidió no volver a aquel lugar, prometiéndose de que lo haría hasta la siguiente, diciéndose a sí misma que lo lograría, ya que no sabía que era, pero no le gustó para nada contarle sus problemas a una extraña, a pesar de que eso se supone que es lo correcto, además, aún mantenía esa sensación de incomodidad que sintió aquel día.

Sin embargo, decidió no ir a la segunda semana... Lo mismo se repitió a la tercera.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2023 ⏰

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