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Rachel detuvo el auto frente a mi edificio y ambas nos bajamos para ir a buscar algunas de mis cosas. Antes de eso, Rachel se aseguró de confirmar si Dick estaba en el departamento, pero estaba con Jason en la oficina, así que estaban ocupados por allá. Cuando nos bajamos del ascensor estaba la vecina metiche de siempre fuera de su departamento y con el ceño fruncido. Miró a Rachel y luego me miró a mí.

—Su novio ya no está en el departamento —me comentó y torcí el gesto, Rachel se adelantó a entrar al departamento, se notaba a kilómetros lo mal que le caía—. No se llevó nada, pero me encargó que le entregara esto. Me sorprendió mucho —la señora me extendió las llaves del departamento que tenía Dick y las tomé para encerrarlas en mi puño.

—¿A que hora fue esto?

—Temprano en la mañana. Vi las noticias de lo que le sucedió y supongo que lo hizo luego de volver del hospital.

—Gracias —dije antes de darle la espalda y entrar al departamento. Rachel estaba de pie observando la pila de bolsas que había en medio de la sala y fruncí el ceño—. ¿Qué es todo esto?

—No lo sé, al entrar todo eso estaba allí. Algo terrorífico para mí —se agachó y tomó un papel que estaba junto a una de las bolsas sobre el sofá. Abrió el papel y me lo extendió.

"Conmigo todo lo que desees estará al alcance de tus manos, y no hará falta ni pedirlo"

Abrí una de las bolsas y saqué una pequeña caja. Ahí estaba un bello collar en forma de estrella y un diamante de color rojo con naranja. También miré una pequeña escritura de la pequeña caja que decía "Starfire", el nombre del collar.

—Es bellísimo. Ese collar cuesta medio millón, lo leí en una revista esta mañana mientras esperaba a que despertaras —comentó Rachel, a lo que yo la miré con la misma sorpresa que ella tenía—. Solo hay solo cuatro de ellos, solo existen esos cuatro, y los cuatro de distintos colores —Rachel asomó su cabeza en la bolsa y sacó otra caja del mismo tamaño, y al abrirlo había un collar igual pero de color verde con azul muy suave en el centro. Rachel leyó la pequeña nota fuera de la caja—. Este es para tu madre.

—El regalo de bodas que le dimos a Selina fue uno de estos, pero era negro como con gris, no recuerdo bien.

—Compró tres de los cuatro collares para regalárselos a lo se podría considerar las únicas mujeres que forman parte de su vida. Solo quedaría uno entonces y conociendo a la gente de dinero tan bien como las conocemos lo más seguro es que se estén matando por el collar.

—También se lo pudo haber dado a Bárbara —tomé el collar y lo devolví a su lugar. Fui a la habitación y saqué dos maletas de mi clóset y guardé toda la ropa posible en ellas. Rachel tenía las suyas en el auto, y ella decidió tomar todas las bolsas que había en la sala para que me lo llevara a Los Ángeles porque quería que mi mamá diera su opinión con todo eso en medio.

Por mi cabeza llegó a pasar el pensamiento de que estaría haciendo Dick en este momento. En si estaría pensando en lo que pasó y arrepintiéndose de lo que hizo, o solamente olvidando todo con alguien más. Lo sorprendente de todo es que Jason sabía de ello, y por lo visto Damián también lo sabía, pero el menor de los tres hizo referencias a aquello en varias conversaciones que habíamos tenido, y no las entendía porque estaba completamente cegada por su hermano mayor. Rachel me contó que Dick lucía como una persona arrepentida, pero creo que Rachel también lo ha dicho para no hacerlo quedar tan mal conmigo, porque eso es lo que ha tratado, de no dejarlo tan mal conmigo y que no me quedara una muy mala idea de él.

Rachel tenía una canción en español a la que no le entendía nada de lo que decía, por más que conocía una que otra palabra, no lograba entender a qué se refería la canción, pero por como Rachel la cantaba suponía que era una canción de esas de despecho, porque esas las cantaba con muchísimos más ánimos que el resto.

Me di la vuelta a la ventanilla mientras Rachel cantaba demasiado animada la canción.

Me atrapaste, me tuviste entre tus manos. Me enseñaste lo inhumano y lo infeliz que puedes ser  —Rachel había descubierto su amor por las canciones de despecho luego de ir a aquella discoteca latina—. Te fingiste exactamente enamorado. Aunque nunca me has amado yo lo sé.

Miré mi teléfono y había más de treinta llamadas perdidas de Dick, había estado tratando de comunicarse conmigo pero yo no he querido atenderle por nada del mundo, no quiero saber nada de él por un tiempo y ya tendré suficiente con mi madre queriendo hablar sobre el tema y querer buscar soluciones a todo porque según ella somos su pareja favorita, pero yo no quiero arreglar nada por ahora y necesito darme un tiempo.

Rachel me había regalado un bote de helado porque según ella lo que yo necesitaba era helado y más nada. Y Dick seguía llamando y dejando mensajes con esperanza a que yo le respondiera aunque sea un piérdete, pero yo solo me limitaba a escuchar los mensajes de voz y leer los mensajes.

"Por favor Koriand, contéstame"

"No dejemos las cosas así, quiero arreglar todo"

"Ella misma te dijo que rompí con ella después de que llegáramos del viaje, esa era una de las cosas que tenía que resolver aquí. Sé que no fue lo mejor, pero dame una oportunidad de arreglar todo, no me gustaría dejarlo así"

"Koriand, te prometo que no hay más nada que ocultarte ni mucho menos otra persona en medio. Eres la única, te lo juro"

ÉXTASIS | ROBSTAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora