lo que el ático esconde

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Como se dijo en el capítulo anterior, la familia Wen había sido anfitriona para la reunión que los niños -junto a sus primos- habían organizado, solamente porque al mayor de los hijos se le ocurrió que era una buenísima idea. En ese momento de la madrugada, después de haber pasado la noche entera riéndose, era donde el trío comenzaba a arrepentirse de todas sus acciones, pues eso de recoger y buscarle lugar a todos para pasar la noche, ya no les estaba gustando.

ㅡMe voy a dormir. ㅡSeong dejó lo que estaba haciendo, asomándose a donde los demás estaban.

ㅡAún no terminamos. ㅡEse era Yangs, que lavaba las vasijas que utilizaron para sus snacks, con muchísima flojera.

ㅡNo me interesa, no fui yo quien ofreció la casa. ㅡAntes de regresar a la sala de estar, volteó a ver a sus hermanos. ㅡDescansen.

Yangyang se giró a ver ahora a Seungmin, que únicamente se encogió de hombros, para después seguirle despistadamente el paso a su mellizo.

ㅡ¡Traicionero!

El pobre y abandonado chico se quedó en la cocina, siendo ayudado por Jeno, que parecía ser el único que le tenía compasión, pues Youngjae se había dormido temprano y Chenle apenas escucho la palabra "recoger" salió corriendo a la habitación de invitados, donde su cansado primo ya lo estaba esperando.

ㅡEspero no te moleste dormir conmigo. ㅡRealmente no lo hacía, desde niños solían compartir su espacio y prefería eso antes que una patada por parte de Chenle por "estar demasiado cerca". ㅡYa sabes donde está mi puerta, puedes irte acomodando, yo todavía llevaré los juegos de mesa a su lugar. ㅡJeno asintió, antes de apagar la luz y caminar junto al otro. ㅡOh, ten cuidado con Chimichangas, le gusta dormir en mi cama.

Chimichangas es un gato esfinge y es un miembro importante dentro de la familia que vivía en esa casa; este fue adoptado hace al menos dos años, muchísimo tiempo después de que Chamoy, la ratita que había crecido junto a Yangs, muriera. El día en el que tuvo que irse, había sido muy triste para todos, pues había pasado tantos años junto a ellos (incluso Hao -a quien le daba ansias que no tuviera pelaje- había llorado un poco).

Apenas llegaron a la segunda planta, tomaron caminos distintos, uno en dirección a la habitación donde dormirían y el otro al ático donde guardaban una infinidad de cajas.

Acomodó un poco el desorden que Jongseong y Youngjae habían ocasionado cuando los sacaron de su lugar y se quedó unos minutos observando las tantas cajas que tenían acomodadas.

Sacó unos álbumes de fotos que llamaron su atención y cuando los regresó a su respectivo lugar, pudo observar una caja que nunca había visto y aún sabiendo que debía ya ir a dormir se acercó. No dudó mucho en abrirla, encontrándose así con un montón de cámaras, memorias de estas y algunos USB's.

No había que ser un genio para saber que todo eso le pertenecía a sus padres, quienes con anterioridad tenían como pasatiempo el grabar vídeos para youtube.

Ciertamente no era ajeno a lo que subían, muchísimas veces incluso llegó a participar en sus grabaciones; de vez en cuando también, él y sus hermanos pasaban tardes enteras explorando aquel canal, porque realmente disfrutaban del contenido y ver a sus padres en otra faceta que no fuese la de hombres trajeados.

Incluso si quiso respetar las pertenencias ajenas, sí sintió bastante curiosidad por lo que aquellas memorias contenían, quería ver las versiones sin editar de los vídeos que una y otra vez repetía, lo que había detrás de todo.

Y estaba dispuesto a no dejarlo como un simple deseo.

Y estaba dispuesto a no dejarlo como un simple deseo

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¡Luces, cámara, Yangs!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora