"Hola niños, ¿Que os trae por aquí?" Preguntó ese hombre adulto parado frente a los cuatro niños, cuatro inocentes niños, los cuatro de la misma edad, los cuatro del mismo grupo. Había uno con su gorro verde, dos de ellos eran azules, uno más cian y otro más oscuro, pero el que más resaltaba era el del último niño, el segundo más alto del grupo, el cual llevaba una ya usada chaqueta naranja, la cual cubría todo su abdomen, manos, e incluso su boca, dejando solo a la vista sus ojos, sus ojos azules cian, sorprendentemente abiertos para observar a este adulto frente a el.
"¡Chef! ¡Acabamos con unas cobayas gigantes y encontramos unos muros!" Dijeron los cuatro al unísono.
"Craig estaba ahí, resultó ser un Dios raro" Confesó el más alto de los niños, uno con un gorro verde y pecas abundantes.
Hubo un tiempo de silencio, hasta que uno de los niños bajó su gorro, siendo el ya antes mencionado, niño de naranja. Antes de poderse dar cuenta, los otros niños ya no estaban, solo quedaba ese ahora no tan niño, chico de naranja. No sólo eso fue lo extraño... Ese adulto ya no estaba, en su lugar solo quedaba una losa de piedra en el suelo, en la cual se notaba antigüedad.
El chico de naranja se agachó a la tumba, posando encima de esta cuatro ramos de flores, cada uno con lazos de diferentes colores, pero todos reposaban uno al lado del otro. Cuatro ramos de claveles blancos, uno cuyo lazo era naranja, otro verde, otro azul y otro rojo. Simbolizando el color de los anteriores niños. Gotas marchaban la fría y gastada piedra, pero no llovía. Oh, Keneth... Despierta.
Despierta.
Despierta.
Despierta, despierta, despierta, despierta, despierta.
Tienes que despertar, Keneth.
Despierta.
El niño rubio se despertó agitado en su habitación, su frente estaba empapada de sudor, caían gotas por su frente y su camiseta blanca estaba totalmente húmeda, miró a su alrededor, tratando de encontrar su teléfono, el cual reposaba cerca de la ventana, al agarrarlo pudo ver la hora, pero en ese momento no se sentía como para procesarla. Se levantó de la cama y fue al baño para limpiarse la cara, se quedó mirándose al espejo ya roto debido a una pelea, se acercó un poco a el, logrando grandes nubes blancas en este, debido a su pesada y caliente respiración, además del increíble frío de ese mes, sabía que Colorado era frío, pero para su familia, lo era aún más. Se miró de cerca al espejo, contemplando las únicas cicatrices en su cuerpo, cicatrices de acné. Sabía que no debía de explotar sus granos, pero ¿Que iba a hacer? A Marjorie le encantaba, entonces a el también.
Echó un vistazo en el último cajón, del cual sacó un pequeño estuche, el regalo de cumpleaños que Stan le había comprado ese año, lo cogió aún con los pies descalzos debido a que se acababa de levantar. Abrió ese pequeño estuche, en el cual había un pack de cuchillas, las cuales eran muy útiles, más para esa edad, Kenny (así apodado por sus amigos) comenzó a depilarse con cuidado su pequeño bigote y la perilla que pudiera haber acumulado en la última semana. Se enjuago la boca con un poco de agua para quitarse ese sabor a saliva de la noche y preparó sus cosas para irse a clase. En su mochila metió: Su cuaderno y una botella de agua. Podía pedir prestado un lápiz al llegar a clase.
Salió de su casa, caminando lentamente por las frías calles de Colorado, no sabía cuando, pero su chaqueta naranja ya estaba puesta y con el gorro colocado de la misma forma que hace 5 años. Desde que tenía memoria, en realidad. Fue con el piloto automático hasta llegar a la parada del autobús, donde se encontraba solo uno de los miembros de su usual pandilla.
"Oh, Kenny. También llegas un poco temprano"
"Parece que sí. Ese estúpido gallo de la granja no paraba de gritar. Ese que se escapó y se hizo gay"
El charló un rato con Kyle, quién también conservaba ese gorro verde lima de su infancia, ese gorro perteneció a su madre en algún momento, Kenny recordaba haber visto alguna foto de la Sra. Broflovski con ese gorro por algún lugar de la casa. Miró hacía la cancha de baloncesto. Lo único que quería en ese momento era ir a esa cancha a jugar con sus amigos, el Instituto no era necesario, solo quería ir a jugar a la pelota.
"¿Después de clase vamos a la cancha?" Preguntó sin levantar la vista ni un momento de ese lugar, un lugar el cual albergaba tantos momentos lindos, como cuando a Cartman le pusieron una multa por tirar la cesta abajo al colgarse... Hermosos recuerdos
"No lo sé, tío. Una chica dejó una nota en mi taquilla el viernes, creo que es esa chica de pelo negro, Leslie, se llama. Hemos quedado esta tarde." Respondió mirando hacía otro lado el chico de gorro verde, tratando de evitar la esperada mirada de sorpresa en los ojos de su amigo, el cual se alegró por el.
Keneth McCormick nunca había sido una persona celosa, ni mucho menos. Aún sabiendo la situación en la que vivía, el estaba más que agradecido, agradecido por simplemente ver el día cada mañana. "Gracias por la comida, aún que no sea abundante, gracias por el calor, aún que a veces lo necesite, gracias por los videojuegos, aún que no los tenga, gracias por las revistas porno, aún que ya me las tenga vistas, gracias por Marjorie. Por ella no hay un 'Aún que...' Ella es perfecta" Pensaba Kenny.
En ese momento llegó otro niño, el cual había mantenido el mismo peso por cuatro años, en aquel momento era totalmente considerable un obeso, ahora con un estirón, su cuerpo se había relajado un poco, aún siendo una complexión y un peso insanos por un niño de su edad. Este llegó con su mochila, hablando sobre que había traído de almuerzo y ofreciéndole dinero a Kenny por comerlo si se tiraba un pedo encima.
"Tío, eso no mola." Recordó Kyle a su (Entre muchísimas comillas, exageraciones y tonterías) amigo. "Basta ya, estás molestando a Kenny.'
"¡Kaheil...!" Fue la única palabra entendible de los quejidos que lanzaba ese ser.
"¡No me llamó 'Kaheil' culo gordo!"
Para ese momento llegó el último de los cuatro, con su gorro azul con un pompom rojo, su mochila cargada a un hombro y acabando un cigarro en su mano.
"¡Hey, chicos!" Saludó con mucha energía, nada nuevo en el
"Hola, Stan" Devolvió Kenny, moviendo su mano en dirección a el.
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Querido Kyle 1/3 [Kenjorine]
FanfictionDesde siempre habían sido: Kyle, Stan, Kenny y Cartman. Ahora no. ¿Donde estás, Kyle? ¿Estás enfadado por mi? ¿Eric? ¿Stan? Quizás. Esa noche fue hermosa. Pude observar la nieve caer desde la ventanilla del coche. Oh, Chef. No sé qué más hacer. Lo e...