2. Gay

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"Stan, te enteraste de que Kyle consiguió una cita con una chica" Sonrió con picardía Kenny, mirando hacia Stan, quien al momento dirigió sus ojos a Eric, quien tenía un claro enfado en su cara.

"Pagame" Alargó su mano en dirección a Eric, abriendo y cerrando para que se depositará el efectivo ahí.

Eric empezó a hurgar entre sus bolsillos, soltando unos murmuros y quejidos, hasta sacar un billete de 20 y ponerlo encima de la mano de Stan.

"¿Habéis apostado si yo iba a tener una cita?" Kyle abrió los ojos al momento.

"Apostaron si eras gay o no" Corrigió Kenny.

Después se formó una pequeña pelea entre Kyle y Eric, nada fuera de lo normal. El autobús llegó y los cuatro se sentaron al fondo como siempre, lo único diferente esta vez era que Cartman estaba sentado contra la ventana, Kyle a su lado, pasando a los asientos del lado, con Stan en el pasillo y Kenny contra la pared. El sitio de Kyle debía de ser el de Kenny, y el de Kenny el de Kyle. Charló un poco con Stan, pero se fijó en lo extraño que se estaba comportando Cartman esa mañana, empezando por que llevaba una camiseta amarilla, siempre lleva una azul cian, a veces varia el estampado, pero nunca lleva una camiseta amarilla, también llevaba sus zapatos de deporte, aún siendo un día normal, pero eso había pasado.

"Cartman, ¿Los zapatos?"

"Los normales están manchados por lo del viernes, por culpa de Keyhhl"

Era verdad, no lo recordaba, Kyle había tirado pegamento encima de Eric. Eso explicaba los zapatos. Cuando se quiso dar cuenta, el bus ya había parado en la escuela, donde todos los niños se bajaron, incluyendo esos cuatro. Caminaron juntos hacía su primera clase, matemáticas. Kyle era realmente bueno en esa clase, al igual que Eric, pero el lo odiaba con toda su alma, lo cual enfadaba mucho a Kenny. El se pasaba las noches estudiando y haciendo las tareas para apenas conseguir un cinco con mucha suerte, Cartman, en cambio, sin hacer nada podía sacar más de un 8. Daba tanta rabia..
Stan no se le daba demasiado mal, tenía más o menos las mismas notas que Kenny, la diferencia es que el no tocaba los libros.

Kenny miró hacía atrás, ahí estaba Marjorine, mordiendo levemente la punta del lápiz, con la mirada enfocada al cuaderno. Miró directamente hacía su ojo, el cual tenía una cicatriz provocada por el en un juego hace unos años. Kenny ya había pedido perdón innumerables veces, y todas ellas, Marjorine le había perdonado. Ella levantó la vista y vio a Kenny, el se giró al momento un tanto avergonzado, a lo que ella respondió con una risita y la clase continuó. Un rato después de vigilar al profesor y fijarse en el asiento vacío al lado de Marjorine, Kenny hizo un rápido movimiento cambiándose de lugar, acercando un poco la mesa a la de Marjorine.

"Hola, Ken. ¿Como te encuentras?" Preguntó rodando un bolígrafo por la mesa hacía el lado de Kenny.

"Bueno, estoy. Y eso ya es mucho." Agarró el bolígrafo dando una sonrisa a Marjorine. "¿Tú?"

"Oh, de hecho, estoy muy bien. Este sábado fui a una fiesta de pijamas con las chicas"

"Vaya, ¡que sorpresa!" Aún con estas palabras, no elevó mucho la voz, dejándola en el volumen perfecto. "¡Tan sólo me lo has contado ocho veces!"

Marjorine se empezó a reír, mirando de forma acogedora a Kenny, hacía solo un año y medio desde que salió como trans, Kenny lo sabía desde hace ya mucho, fue el primero en saberlo después de la propia Marjorine. Fue el primero en saber el motivo por el cual aquel niño ahora no existente, no crecía, por que conservaba su cara de bebé y no le crecían las cejas, por que todos medían 1'65 y el 1'50, por los bloqueadores hormonales que tomó hasta tener una edad adecuada para tomar las hormonas, con esa primera pastilla, ese niño que en realidad nunca existió, fue borrado por completo. Alguno que otro prefirió amar a un "hijo" Que nunca existió que a una hija en la que nunca creyó.

Kenny puso la mano en la boca de Marjorine para que sus risas no se escucharan demasiado fuerte, no le apetecía pasar la tarde en detención.

"Esta tarde Kyle ha quedado con una chica ¿quieres venir con nosotros a jugar a la cancha?" Puso su mano encima del brazo de su compañera.

"¿Kyle no es gay? De todos modos, estaré encantada de ir"

"Se ve que no. Cree que fue esa chica de pelo negro, Leslie, se llama. Aunque personalmente, creo que fue Rebecca."

Antes de darse cuenta, la clase ya había terminado. Los dos salieron del aula, seguidos por todos los niños, Kenny y Marjorine se miraron, pensando en lo mismo, en ese momento, los dos se dirigieron directamente a la puerta y se marcharon al lago, el cual estaba justo al lado de la escuela. Kenny sacó de su bolsillo un cigarrillo el cuál prendió y se introdujo en la boca.
Inspirar...
Expirar...
...
Repetir.

Marjorine no fumaba, pero no odiaba del todo este habito de Kenny, obviamente no le gustaba la idea del cáncer de pulmón (Lo único en lo que pensaba), pero estaba bien con unos cigarrillos.

"Siento lo de tu ojo"

"Está bien, Ken. Eramos niños, sé que no fue tu intención."

Kenny puso sus manos en las mejillas de Marjorine, la cual sonrió y puso las suyas sobre las del chico de naranja.

"Me encantan tus ojos. Son hermosos." Confesó Kenny.

Ella amplifico su sonrisa y le miró directamente, su mirada era un poco decaída ahora.

"Ken, sabes lo mucho que me gustaría salir contigo, pero no puedo, no todavía. Dame quizás unos meses"

"Seguro, nena. Esperaré por ti."

Querido Kyle 1/3 [Kenjorine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora