Volvía a estar tumbado encima de Marj, oliendo su perfume de piña con coco, estaba pensando en Stan otra vez, pensaba en como estaría, en los planes que podría hacer con el, pero ese sentimiento de culpa volvió. Solo se abrazó con algo de fuerza a Marj, para dejar salir un resoplo.
"Marj... Te quiero tanto ahora mismo... No sé qué haría sin ti..."
"Ni nunca lo sabrás, Ken. Juro que nunca pienso abandonarte"
Kenny miraba a Marjorine en los ojos y solo veía al amor de su vida, no veía nada más. Le amaba con locura, se amaban tanto que al quedar, nisiquiera hablaban, por que se habían contado todo, no tenían nada más que contarse, pero les encantaba la compañia del otro, era lo único que les complacía.
"El otro día tuve un sueño. Pero siento que fue muy real" Kenny estaba jugando con uno de los mechones de Marj.
"Cuéntame"
"Yo estaba en una montaña, caminé por un camino hasta llegar a un banco, y ahí... Ahí estaba el chef, también Verónica y la señorita Selastraga. Pip, Gregory, Heidi... Estaban todos"
"Ojalá poder haber ido contigo"
"Ojalá nunca vayas, significaría que no podrías estar conmigo"
Kenny apretó ligeramente la blusa de Marjorine.
"No te vayas nunca, Marj. Me da igual si me engañas, por favor, quédate conmigo"
Marjorine se quedó en silencio ante la petición.
"No pienso engañarte, pero tampoco que voy a dejar, idiota"
Kenny se sintió bien.
"Ken, tengo que irme ya, tengo que... "
"Lo sé, lo sé. Ve"
Marjorine asintió. Kenny se levantó de la cana para dejarle paso a Marj. Se dieron un beso y se despidieron con un abrazo.
Le vió irse desde la puerta, como decía adiós desde la acera.
Dió un suspiro y vio como marchaba por las calles.
Sentía algo en el fondo de su pecho, algo que quería ir con ella.
Pero no lo hizo, volvió a su habitación.
Una sola decisión de la cual siempre se arrepintió.
Buscó en su cajón una bolsa, después sacó papel de liar y filtros, procediendo a liarse un porro.
Lo miró, después lió otro y lo metió en sus bolsillos, para con su paso habitual, caminar por la calle.
Miró la casa de Stan, la cual estaba justo al lado de la de Kyle.
Dió un suspiro. Recordó todos los momentos que tuvieron juntos. Su corazón se sentía mal.
Mucha gente opinaba que la nostalgia era algo bonito, pero el no. La nostalgia le parecía uno de los peores sentimientos habidos y por haber. El hecho de mirar una construcción y solo recordar lo que pasó que jamás volverá a pasar. Como todas aquellas tardes jugando en el patio de Cartman, todas las tardes jugando a la consola en el sótano de Stan, todas las tardes estudiando en la casa de Kyle, todas las peleas que tuvieron en casa de Kenny. Cuando jugaron con aquel palo, con la consola por la cual Cartman casi muere congelado, cuando tuvieron que decidir ir a estudiar a casa de Kyle por que su casa es la más silenciosa y con mejor olor (De todas formas ninguno de los cuatro estudiaba, se pasaban las tardes hablando y comiendo aperitivos, pero eso para ellos era estudiar), cuando Bárbara barrió el suelo con Stan después de lo de Wendy... Tantos recuerdos que nunca volvería a ver.
Estaba parado enfrente de las dos casas, solo viendo pasar por delante de sus ojos esas quedadas, esas charlas, esos sentimientos, esos niños pequeños e inocentes.
Sus ojos estaban abiertos, sus cejas formaban una pequeña montaña como si esta hubiera sido cortada a la mitad y separada, sus labios estaban muy ligeramente abiertos.
El frío daba en la punta de su nariz, justo cono cuando eran niños.
Tragó saliva y solo cerró los ojos y dejó salir una pequeña ráfaga de aire, para volver a caminar.
Vió los carteles de desaparición, vió los dibujos japoneses, vió las ofertas de trabajo colgadas, vió el muy (increíblemente) antiguo póster de Eric con el nombre "Mapache" Encima.
Y por fin
Llegó a esa casa con un 1010 en la puerta.
Dió tres golpes secos, tardó un poco, pero Tweek abrió la puerta.
"Hola Kenny, ¿Pasa algo?"
"Hey Tweak. No, no pasa nada, solo que pensé que Craig estaría aburrido y traje hierva, no traigo tres, pero te podemos dar, si quieres"
"No me apetece"
Abrió la puerta, dejándole pasar.
Kenny caminó hasta el sofá, donde estaba Tucker sentado, mirando su teléfono, quién solo le miró con pasotismo y después con algo de curiosidad.
Kenny se sentó a su lado, estando colocados Tweak, Tucker y en el otro costado, McCormick.
Los dos encendieron el porro, dando una gran calada.
Kenny solo acarició el sofá, en el cual había tenido relaciones algunos años atrás. Dos veces concretamente, lo preocupante es que no fue con la misma persona.
La primera era la más vivida, no lo echaba de menos, pero echaba de menos el Kenny de aquella época, su mentalidad, no sus acciones.
Se acordó de el y Craig sobre el sofá, aquella mañana de julio. Se acordó de el y Tammy en aquella fiesta... Ese último era el mejor de los dos recuerdos, puesto que le divertía el hecho de que todo pasó por un "No hay huevos".
En algún momento, el porro de su mano pasó a la de Tweek, quién se arrepintió de sus palabras y decidió fumar también.
Se preguntó cuantas veces más lo habían hecho en ese sofá.
"¿Que tal tu pene?"
"Pues bien, supongo. Como todos los penes"
"No todos los penes se rompieron por tener sexo en una ventana"
Craig mantuvo el silencio, pero Tweek lo eliminó.
"Ya no está ni morado ni torcido"
Kenny no pudo recordar lo que dijo después, solo volvió a fijar sus pensamientos en una de esas botellas con un barco dentro.
Se imaginó a el y a Marj como piratas, ella era la capitana del barco y el un ladrón que intentó robar ahí. Ella le dice que para dejarme marchar tendrá que pagarle, pero no con dinero.
Después de un rato, apartó la vista de esa botella, no quería tener un problemita en casa de Craig.
Miró hacía la ventana, se imaginó a Kyle y a Stan pasando por delante, en su camino a sus casas.
Solo imaginaba cosas, sin darse cuenta que todo en realidad era una mentira, solo que para aquel momento, seguía siendo bonita. Al menos para el.
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Querido Kyle 1/3 [Kenjorine]
FanfictionDesde siempre habían sido: Kyle, Stan, Kenny y Cartman. Ahora no. ¿Donde estás, Kyle? ¿Estás enfadado por mi? ¿Eric? ¿Stan? Quizás. Esa noche fue hermosa. Pude observar la nieve caer desde la ventanilla del coche. Oh, Chef. No sé qué más hacer. Lo e...