Querido Kyle 1/3 [Kenjorine]

13. Mysterion

"¿Que ha pasado, querida?" Mysterion se soltó poco a poco del abrazo, tomando una bocanada de aire y fingiendo cuanto podía su voz.

"¡No quería que te fueras! ¡Te necesito!" Los ojos de Karen se pusieron increíblemente vidriosos. Empezó a jugar con sus nudillos, cosa que había aprendido al pasar tanto tiempo con Marj.

"Lo sé, cielo. Ahora lo sé. Nunca me fuí" K... Mysterion pasó los dedos por su pelo, acariciando su mejilla y su pelo, pero no de una forma romántica, sino fraternal.

Volvió a su pregunta inicial. Necesitaba conseguir esa respuesta de la boca de Karen. Tenía que escucharlo. Estaba rezando, rezando a lo que sea que hubiera ahí arriba por qué estubiera equivocado, por favor. Tenía que estarlo, no podía soportar ver a Karen en esa situación.

"¿Que ha pasado, cielo?"

"Hice algo, Mysterion... Tricia me dijo que debía parar pero se siente tan..."

"Bien" Mysterion término la frase por la pequeña, quién asintió y hundió la cabeza se nuevo en el pecho de su encubierto hermano mayor.

Mysterion tomó gran cantidad de aire, rodeando sus ojos por su brazo, Inclinando su cabeza ligeramente hacía arriba.

"Ya pasó, lo sé. Estoy aquí. Escúchame"

Hizo desaparecer cualquier indicio de lágrimas en sus ojos, no podía permitir que Karen lo viera así, después retiró su brazo y la cogió por sus mejillas, mirándola directamente a los ojos.

"Yo no soy Tricia, pero soy tu angel. Si tu mueres, moriré contigo, si tu estás triste, yo también. ¿Lo entiendes? Te quiero, Karen. Te necesito, me necesitas. Detente." Su voz se mantenía con su mismo tono de siempre, pero fingida para que fuera más grave. No podía permitir un solo signo de ruptura en la voz. Tenía que estar seguro.

"Lo entiendo" Karen abrazó por última vez a su angel antes de que este le colocará un collar entre sus manos, apretando sus puños, para después saltar por la ventana a un arbusto.

Le dolió increíblemente, pero tenía que aguantar. Fue por el patio trasero y un pequeño escondite de vuelta a su habitación, para cambiar rápidamente la ropa y volver a ser Kenny. Ahí y solo ahí se permitió a si mismo romper en lágrimas. Karen siempre fue como su "Pequeña Yo" La amaba más que a si mismo, no podía soportar la idea de ella sufriendo.

Kenny se tranquilizó, inspiró aire y lo dejó salir.

Inspirar,

Sostener,

Expirar.

Se secó la cara con el borde de su chaqueta.

Se colocó sus zapatos y estaba listo para salir,  y eso hizó. Se dirigió por las calles, con rumbo fijo, sabía donde iba, sabía lo que hacía. Sus pasos eran firmes, seguros. Caminó hasta esa casa marrón claro, con el número "1010" Escrito.

Dio un gran suspiro y tragó saliva, para después tocar la puerta. Laura Tucker abrió la puerta, se giró con intenciones de llamar a Craig, ahí fue cuando Kenny intervino.

"Necesito hablar con Tricia. Karen está enferma y necesita las páginas del examen"

Laura le dejó pasar hasta la habitación de Tricia. Ahí estaba ella sentada, con el portátil en su regazo, parecía estar escribiendo algo, pero a Kenny no le importó. Primero le miró con pasotismo, después con confusión.

Kenny se puso serio. Enderezó su postura curvada debido al frío,  después abrió su boca para comenzar a hablar, su voz se negó a salir, por lo que dió un respiro más y empezó a hablar.