Dumbledore despidió a la lechuza que le había traído el correo, y ojeó distraídamente el periódico del día. Apenas se había interesado por el mundo que le rodeaba, pero al parecer, este no había cambiado mucho en su ausencia.
Las páginas principales estaban ocupadas por artículos dedicados a la masacre de King's Cross, y los periodistas se afanaban en escribir en sus columnas todos aquellos datos morbosos que obtenían de cualquier parte. Todos opinaban que Snape era culpable, así que ¿para qué medir el tono de sus palabras? Después de todo, el sanguinario asesino sería ajusticiado en apenas dos días.
Para ensuciar más el asunto, Rita Skeeter había escrito un reportaje lacrimógeno acerca de la familia Letter, y había añadido una foto de la familia, según ella "encontrada en el bolsillo de una de las víctimas" Dumbledore prefería no preguntarse cómo había conseguido la periodista realmente aquella fotografía, pero la miró con atención.
Los editores del Profeta se habían encargado de que la imagen se moviera, como las fotos mágicas, y por eso, Laura y Jonhattan Letter saludaban junto a sus hijos. El director se fijó en los niños, y pudo notar que la niña se parecía mucho a su padre, mientras que del niño no estaba muy seguro, pues era demasiado pequeño para aventurar similitudes.
¿Habría tenido Snape una imagen como esa? ¿La habría mirado alguna vez con nostalgia, pensando en los suyos? ¿Guardaría algo similar en sus recuerdos? Dispuesto a resolver sus dudas, Dumbledore vació la siguiente botellita en el pensadero, y se introdujo en sus profundidades...
***
...aquel recuerdo comenzaba de forma extraña, con Snape colándose de forma furtiva en casa de Mary-Anne. Era de noche, pero el mortífago avanzó en silencio, guiándose por las paredes, hasta llegar al dormitorio de su vecina.
Una vez allí, se acercó a la mesilla y encendió la luz, pero no despertó a la mujer de inmediato, sino que se sentó a su lado y se quedó mirándola fijamente, como si quisiera aprenderse sus rasgos de memoria. Finalmente, una mueca de amargura cruzó por su cara, y él negó con la cabeza. Sacó la varita y apuntó a la mujer.
–Mary-Anne, estoy aquí. No te asustes al despertar –susurró. Ella se removió en sueños, respiró hondo y finalmente, abrió los ojos. No parecía sorprendida de verle allí.
–Creo que es la forma más curiosa de despertarme que he tenido nunca –murmuró–. ¿Cómo has logrado meterte en lo que estaba soñando?
–Sólo es un hechizo –murmuró él, muy serio–. Tengo que hablar contigo, es muy importante.
–¿Tiene que ser ahora? –preguntó ella. Aunque estaba despierta, no se la veía muy lúcida.
–No he tenido otro momento. Hay otro mortífago en mi casa, un tal Colagusano, y deberá quedarse allí... hasta que el Señor Tenebroso lo decida. No podré venir a tu casa en mucho tiempo –ella se sentó, con la espalda apoyada contra el cabecero de su cama, y le miró con seriedad.
–¿Te está espiando? –preguntó, sorprendiendo a Dumbledore por su sagacidad.
–Es posible. Esta noche logré que bebiese una poción para hacerle dormir, pero no creo que el truco funcione de nuevo. Es muy desconfiado, y me vigila todo el tiempo. Creo... que voy a tener que hacer desaparecer la puerta de forma indefinida –añadió, sin demasiado entusiasmo. Ella asintió, con idéntico sentimiento–. Tampoco podrás mandarme ningún mensaje, ni comunicarte conmigo. No podré controlarle todo el tiempo, así que deberás tener cuidado con él.
–¿Es peligroso?
–No demasiado –Snape resopló, como si la idea de que Colagusano fuese peligroso le resultase ridícula–. Pero es un chivato, y eso sí que es arriesgado. Además, puede transformarse en rata.
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Recuerdos de un mortífago (Severus x OC)
FanfikceDos años después de la derrota de lord Vóldemort, el antiguo mortífago, Severus Snape, es acusado de asesinar a cinco personas que nada tienen que ver con él. Albus Dumbledore cuenta con apenas siete días para demostrar su inocencia ¿Podrá conseguir...