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HeroLa puerta se volvió a abrir media hora después de que los policías se marcharan y entró él. Cuando le pregunté a la enfermera quien me había traído me dijo que dos chicos que estaban fuera esperando y tuve la sensación y esperanza de que hubiera sido Jaden. No sé porqué pero así lo quise y ahí estaba, con la misma ropa que la noche anterior y los ojos cansados. Me miró al cerrar la puerta detrás de él y se acercó despacio.
—Hola. ¿Cómo estás?
—Hola... Estoy bien.—le respondí algo nerviosa. La última vez que le había visto habia sido una orgullosa con él y una tonta conmigo misma. Por la estupidez que dije estaba en un hospital por haber sido drogada y casi violada.—Y algo mareada, pero bien.
Jaden se acercó con paso lento y se sentó en un lado de la camilla.
—¿Fuiste tú? ¿Quién nos encontró?—el asintió mirándome a los ojos y sin abrir la boca. Si movía los dedos de la mano que estaban a cada lado de mi cuerpo podría rozar la tela de sus pantalones.—¿Cómo... ? ¿Cómo nos encontraste? Quiero decir... estaba...
¿Desnuda?
—No quieres saberlo.—me respondió sin apartar sus ojos de los míos.
Era tanta la fuerza de su mirada que yo no hacía nada más que apartarla. Me intimidaba y no sabía si era a bien o a mal.
—Gracias—susurré lo bastante fuerte como para que me escuchase.—. Es posible que de haber llegado a más, ahora mismo estaría muerta de miedo, de dolor y de asco de mi misma.
—Pero no fue así—apoyó la mano junto a la mía y se inclinó un poco hacia mí, aunque aún seguía bastante lejos a mi parecer—no tienes que sentirte de otra manera que no sea agradecida de que estés bien sean por los motivos que sean.
—¿Motivos? Tú me salvaste de ser violada. No eres ningún motivo, eres la razón por la que estoy bien. No me alcanzarán los días para agradecerte lo que has hecho.
—Con que se te borre de la cabeza lo que piensas de mi, me vale.
Fruncí el ceño ligeramente y un desliz de furia me atravesó.
—¿Por eso lo has hecho? ¿Para que piense que eres diferente a cómo me dijeron que eras?
Sus ojos no mostraron enfado si así lo estaba pero tardo un instante en responder.
—No tengo ni la más mínima idea de cómo ha podido eso pasarte por la cabeza, Hero—mi nombre en sus labios me hizo cosquillas pero por el tono de su voz me sentí mal por haber pensando algo así.—Estuve acojonado cuando escuché a Lucía decir que habías tomado de la bebida de alguien y que luego en tan poco tiempo estuvieras mareada... estaba cagado de miedo y creía que no iba a llegar a tiempo para pararlo.
Tragué saliva, conmovida por sus palabras. Moví mi mano hacia la suya y la agarré la muñeca.
—Pero llegaste—le dije para reconfortarle a él o a mi.—Lo siento, no debería haber dicho eso.
Me miró sin decir nada y luego mi mano tocando la suya y suspiró.
—¿Qué?—le miré.
—Nada, es que no entiendo porque no querrías denunciarlo.
Aparté la mirada y la mano para devolverla a su sitio.
—Para empezar nunca debería de haber estado en esa fiesta. Había discutido con mi madre y sólo le pedí a Daniel que me llevara a cualquier sitio.—ahí me llegó un flash de Daniel con aquella chica y la abrumación volvió con fuerza.—Y luego, ni siquiera recuerdo como era su cara.
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Ni un día más sin ti [#1] ©
RomanceMi nombre es Jaden y mi vida era un torbellino de fiestas, alcohol y chicas. Cada noche era un nuevo desenfreno, solo hasta que él la trajo llamándola "mi chica". Pero no era su chica, porque ella era mía desde que la conocí en aquel campamento de v...