Play Date

Extra 1: No eres mi tío

Macao POV

No tenía sentido, no era correcto, mis padres jamás lo aprobarían, él mismo lo llamaba enfermizo, pero nada de eso podía cambiar lo que sentía cada que estábamos en la misma habitación, cuando lo veía bailando sobre el escenario en un bar al que entramos con identificaciones falsas o cuando lo escuchaba reír al otro lado del jardín mientras papá preparaba el asador, no importaban las circunstancias, mi corazón emprendía una audaz carrera al ritmo de sus movimientos.

¿De verdad importaba tanto que fuera más de quince años mayor? Ambos éramos adultos ahora, acababa de cumplir veinte el fin de semana, estaba a mitad de la carrera y pensaba mudarme de casa de mis padres pronto. Ya no era un niño, no terminaría en la cárcel si se acercaba a mí, si me daba al menos un sí a todas mis peticiones, estaba seguro que ambos lo disfrutaríamos.

―Chay me acompañara a tu presentación del sábado. ―anuncié siguiéndolo por su apartamento, su carrera había despegado hacía años y cada vez pasaba menos tiempo en este lugar, así que aprovechaba cada oportunidad que tenía para visitarlo cuando sabía que estaba en la ciudad.

―Al menos esta vez no tendré que pagarle a los de seguridad para que ignoren sus malas falsificaciones en la puerta. ―musitó recogiendo botellas de la barra, parecía que había tenido una fiesta antes de que llegara.

―Pagamos buen dinero por ellas, no tenías que sobornar a los de seguridad. ―se detuvo mirándome con una ceja alzada.

―No necesito ser un genio para saber que ninguno de ustedes tiene treinta y tampoco miden uno ochenta. ―mis mejillas se sonrojaron y aparté la mirada tomando vasos rojos del piso echándolos en la bolsa negra que me había dado para ayudarlo a limpiar. ―Y, por cierto, si vas a compartir fecha de nacimiento con alguien, quizás deberías hacerlo con tu gemelo de verdad y no con Chay.

―Eso no fue nuestra culpa, le dimos las fechas al que las hizo y él las confundió, cuando las recogimos esa tarde ya no había tiempo para arreglarlas. ―me defendí escuchándolo reír moviéndose a la nevera para tirar sobras de comida. ―Como sea, esta vez Chay y yo iremos juntos, porque Venice invitó a su novio y tienen planes antes de la presentación, así que pensé que quizás podríamos subir al área VIP contigo si llegamos temprano.

― ¿Quieres conseguir alcohol gratis? Porque algo me dice que Pete va a mandarme a la policía si se entera que embriague a sus bebés.

―Tengo veinte años, no soy un bebé. ―farfullé sentándome en los bancos frente a la barra, ¿con quién pudo haber tenido una fiesta sin que me enterara? Conocía a todos sus amigos y los miembros de su banda, ninguno había publicado nada acerca de una fiesta. ―Y he bebido antes, Venice y yo celebramos nuestro cumpleaños en un club. ―añadí tratando de ignorar los detalles de lo que sea que había celebrado.

―Oh sí, Vegas me envió el vídeo de ustedes durmiendo en la misma cama al llegar a casa. ―abrí los ojos tan grandes como platos, a veces creía que mi padre hacía eso solo para limitar aun más mis oportunidades con Kim. ―Por lo que recuerdo lo hacen desde que llevaban pañales ¿no?

―Bloqueare tu número de los teléfonos de mis padres. ―musité poniéndome de pie para continuar con la limpieza, escuchándolo reírse a mis espaldas.

―Deberías poner toda esa energía en buscarte un novio de tu edad, estoy seguro que tu hermano estaría feliz de ayudarte. ―puse los ojos en blanco y suspiró pesadamente. ―Pueden subir al VIP, pero que no se ocurran cosas raras. Todavía hay rumores del niño de diecisiete al que "bese" en los camerinos y no quiero ser conocido como un jodido pervertido.

―Ya me disculpé por eso, no pensé que alguien nos tomaría una foto. ―murmuré apenado. ―Fue hace tres años, deberías olvidarlo.

―Lo haré, cuando tú superes esta fase conmigo. ―bufé encogiendo la nariz, no era una fase, llevaba toda la vida enamorado de él, debía haber una forma de convencerlo que mis sentimientos eran reales. ―Sal con personas de tu edad, Venice me contó que una chica te invitó a salir la semana pasada.