Amigo papá

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Pete POV

Maldita luz, olvide cerrar las cortinas antes de quedarme dormido, jalé las cobijas con fuerzas para cubrirme el rostro, pero algo pesado no dejaba que llegara a mí y estaba decidido a patear lo que sea que estuviera en mi camino, cuando un brazo me atrapó atrayéndome a su cuerpo y una situación problemática rozó mi trasero.

― ¡Vegas! ―mascullé apartándome de golpe, él estaba profundamente dormido, pero definitivamente su amigo no, jodido pervertido.

Las cobijas estaban revueltas entre los dos, por eso no podía levantarlas y efectivamente la ventana estaba abierta, dejando entrar el sol en todo su esplendor, no debí beber ese vino anoche.

― ¿Papá? ―la vocecita de Macao venía desde afuera de la puerta, aunque podía jurar que no estaba solo afuera.

―Sí. ―exclamé saliendo de la cama para ir a revisarlos, por suerte Vegas no había tratado de ir más lejos y ambos llevábamos ropa.

―Venice preparó el desayuno, pero no alcanzamos la miel ¿puedes bajarla para mí? ―me detuve en mitad de la habitación viendo fijamente la puerta, en lo que ese par tenían de vida, jamás habían hecho más que verter la leche en su cereal e incluso eso había resulto bastante desastroso las primeras veces.

― ¿Venice preparó el desayuno? ―pregunté rogando haber escuchado mal, la cocina debía ser un campo minado si habían encontrado la manera de sacar todo de la nevera y lo único que pudo con ellos fue la altura.

―Sí, yo lo ayudé, pero tuve que lavar mi cabeza de nuevo porque tenía espuma otra vez. ―se habían bañado también.

¿Qué hora era para que hicieran todo eso solos? Busqué mi teléfono en el sitio donde siempre lo dejaba conectado, pero no estaba ahí, en su lugar di con el aparato de Vegas en la mesita de noche, era tarde, jodidamente tarde.

―Oh no. ―exclamé, debía llevarlos a la escuela y no quería ni imaginarme como estaba la casa al otro lado de la puerta, peor aun debía llegar a una entrevista pronto y ni siquiera había tomado un baño.

―Papá, si tienes mucho sueño ¿Puede el otro papá ayudarnos a bajar la miel? Solo quiero poquita. ―miré a Vegas que disfrutaba ahora de la cama para el solo y suspiré pesadamente, si quería sobrevivir esta mañana iba a tener que jugar al otro papá me gustara o no.

―Vegas, levántate. ―exclamé jalando las cobijas hasta que las quite por completo y abrió un ojo mirándome con molestia antes de girarse para volver a dormir sin el menor interés en la ausencia las sábanas. ― ¡Vegas! ¡Es tarde, necesito que salgas de la cama y me ayudes! No llegaré a la entrevista.

―La entrevista es a las diez, tenemos tiempo.

―Debo llevar a los niños a la escuela primero y ni siquiera he tomado una ducha. ―mascullé jalando su brazo para que se levantara hasta que finalmente se rindió sentándose adormilado en el centro de la cama. ―Hicieron el desayuno, no sé que tan mal está afuera, pero necesito que los vigiles hasta que terminé de arreglarme ¿de acuerdo? ―le tomó más de un segundo comprender mis palabras, pero asintió tras un largo bostezo.

―Les hago el desayuno y los vigilo afuera. ―murmuró caminando descalzó hasta la puerta, puse los ojos en blanco, pero no tenía tiempo para explicárselo de nuevo.

― ¡Papá! ―el grito de Macao pareció ayudarlo a despertar un poco y lo saludó llamándolo Mocoso sin que a mi pequeño le importara pues le saludo de vuelta sin la menor queja. ― ¿Bajas la miel para mí?

―Claro, lo que quieras.

―Quiero chocolate de fresa también, pero no sabemos dónde está.

Deje de escucharlos tan pronto entré al baño, necesitaba apresurarme y confiaba en que Vegas pudiera vigilarlos unos minutos al menos. Tome la ducha más rápida de mi vida, me puse algo formal casual que según Vegas era lo que usaban en su oficina y arreglé mi cabello sin escuchar un solo sonido venir afuera, temía que Vegas fuera un tercer niño que debía revisar cada que estaba demasiado callado, estaba esforzándome por no salir corriendo a verlo antes de estar listo, si daba vueltas por el apartamento me volvería loco con lo que sea que Macao y Venice hubieran hecho y no avanzaría por ningún lado.

Play DateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora