diez

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"Windowsill"

Presente.

El eco de una voz temblorosa resonaba en su cabeza.

En un parpadeo, se encontraba nuevamente solo, inmerso en uno de esos recuerdos que su mente insistía en revivir una y otra vez, como si ocurrieran en tiempo presente. El bullicio de la gente y el caos circundante aún resonaban en sus oídos, dejándole el mismo sentimiento vacío.

Sus manos sudaban al sentirse desorientado. Los mismos pensamientos y emociones se aferraban a él, persistentes, como si hubieran estado ocultos esperando su momento más débil para abrumarlo una vez más.

—¿Señor Lee, se encuentra bien?— preguntó el hombre a su lado.

Heeseung lo miró, confundido. Observó los rostros perplejos de quienes lo rodeaban.

—Sí, claro. Todo está bien, solo me distraje un momento. Mis disculpas. Continuemos— dijo, ajustándose la ropa con un gesto que denotaba compostura, como si corrigiera los defectos inexistentes en su americana.

Sunghoon lo miró por unos instantes antes de retomar la palabra en la reunión.

—En el periodo de junio a agosto, hemos experimentado disminuciones en los ingresos. Aunque en Estados Unidos parecen mantenerse estables, la situación en Japón requiere un análisis más detenido.

Sujin contribuyó con sus observaciones. —Las tasas de ingresos más bajas de los últimos años no se comparan con estos resultados. Los números son cuestionables y no cuadran al cien por ciento.

—Aunque parezca mínimo, debemos actuar rápidamente. Si la financiación escasea, enfrentaremos problemas más graves —advirtió Yeonjun después de ella.

—No podemos descartar la posibilidad de una fuga— agregó Soobin.

—Estoy de acuerdo. Hasta hace unos meses, Japón era una de nuestras principales fuentes de ingresos ¿Qué pasó con Tokyo? ¿Osaka? ¿Kioto?

—No se puede perder todo de la noche a la mañana. Siempre hay algo detrás, y está claro que alguien está jugando en nuestra contra.

—Las sucursales recientes en Japón llevan poco tiempo abiertas al público; aún podemos considerar un margen de error.

En realidad Heeseung no prestaba demasiada atención, simplemente escuchaba los reclamos entre sus inversionistas, dejando que hablaran todo lo que quisieran.

—¿Qué sugieres, Hyunjin? La posibilidad de que algo así ocurra es mínima. Siempre nos hemos asegurado que así sea— dijo Yeonjun, exaltado.

—¡Pero existe! A menos que se resuelva en unas semanas, no deberíamos continuar discutiéndolo. Hay asuntos más importantes.

—¿Es insuficiente que alguien desvíe los ingresos de la empresa?

—Creo que quien lo haga no logrará más que llevarse unos cuantos billetes.

—Es increíble.

Sunghoon carraspeó interviniendo la situación y Heeseung lo miró entendiendo que era momento de que él pusiera las cartas sobre la mesa.

—Tenemos el tiempo contado. Hay demasiadas cosas que debemos terminar primero y no es el momento para iniciar una investigación fuera del país.

Yeonyun rodó los ojos y se dejó caer en su silla.

—Pero no lo pasaremos por alto. Pondré a alguien que se encargue de esto temporalmente y tan pronto como sea posible, seguiremos los protocolos necesarios para llegar al fondo de esto. Por ahora, no podemos hacer nada más al respecto.

save me a seat | heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora