Presente.
Las ovaciones no se hicieron esperar. En cuanto el número de apertura concluyó todos en el lugar aplaudieron conmovidos. Bueno casi todos, pues hubo alguien en el público que no se sentía capaz de hacerlo.
-¡Magnífico! ¡increíble!- Jay aún estaba a su lado y a diferencia de él, había quedado maravillado con lo que acababa de pasar.
Heeseung no estaba en condiciones de decir nada, después de la presentación su mente había quedado en blanco. Comenzó a sentir un pesado ritmo en su respiración y tuvo la sensación de que la fuerza comenzaba a abandonar sus piernas.
-¿No te parece increíble?- Jay se acercó hasta rodeárlo con un brazo. -Escucharlo a él cantar es siempre una experiencia tan mágica. Sabía que abrir un evento como este sería un éxito rotundo, mira lo emocionados que están- dijo señalando a las personas a su alrededor.
Era verdad, el ambiente se había tornado eufórico, estaban todas esas personas de portes fríos y trajes elegantes que habían quedado conmovidas con la presentación, personas con pañuelos secando sus rostros y otras que simplemente continuaban aplaudiendo o buscando acercarse a Jake. En realidad había demasiada gente queriendo acercarse a él.
-No creo ni siquiera que hayan procesado lo que acaban de escuchar.
Justo como Jay decía. Jake formaba parte del reducido número de personas que, al igual que él, habían tenido un fortuna impresionante durante los últimos años, no era una sorpresa que ahora fuera considerado alguien con un papel importante en su industria. Era muy poco probable no haber escuchado su nombre antes.
-Pero sabes algo, no los culpo. No todos tenemos el privilegio de escucharlo seguido.
Heeseung había tenido suficiente, no planeaba quedarse más tiempo en ese lugar. Se apartó de Jay, empujándolo tan ligeramente como le fue posible, tratando de controlarse. Pero al parecer este pudo notar las intenciones detrás de eso.
-¡Tranquilo! ¿qué te sucede?
Heeseung no quería causar problemas. Lo último que deseaba era crear un drama; solo quería pasar desapercibido y fingir que está noche nunca ocurrió. Qué importaba si recién llegaba, ya estaba harto.
Trató de abrirse paso entre la multitud intentando salir, pero el bullicio y el ruido de los aplausos eran tan intensos que jugaban en su contra, solo lograban aturdirlo más de lo que ya estaba. Tantas cosas que habían sucedido hace tanto tiempo y que seguían doliendo recordar, como si no hubieran pasado más de diez años desde entonces.
-¿Señor Lee?- Escucho que alguien llamaba. Se detuvo un momento y distinguió a un chico alto de bastante buen ver; no recordaba conocerlo de ningún lugar, pero el chico se acercaba tan decidido que sentía que quien estaba equivocado era él mismo.
-No puedo creerlo, tanto tiempo. No creí encontrarlo hoy- dijo el chico una vez estuvo lo suficientemente cerca.
¿La gente de verdad tenía ese concepto tan irritante sobre él? También salía y tenía una vida más allá de su trabajo, solo que en menor medida que muchas otras personas, eso no lo convertía en un antisocial. No sabía exactamente qué podría contestar, seguía buscando algún indicio en su memoria que pudiera indicarle con quién hablaba.
-¿No me reconoce?- Tal vez sí lo hacía, pero justo en ese momento le era difícil concentrarse. -Soy Ni-ki. Fui su asistente cuando aún era estudiante.
En ese momento Heeseung recordó aún más cosas. No podía ser cierto, se sorprendió al darse cuenta de quien se trataba. No había manera de culparse por no reconocerlo antes, era casi imposible. El niño de la última vez era una persona completamente distinta a la que tenía frente a él. En ese entonces a Ni-ki aún se le dificultaba hablar coreano y este chico se había presentado de una de las maneras más limpias que alguna vez haya escuchado.
-¿Nishimura?
-Me alegro que lo recuerde.
Claro que lo recordaba. No haberlo reconocido era diferente, pero jamás podría olvidarse del niño japonés que se convirtió en su amigo cuando las cosas no marchaban de la mejor manera en su vida -Juro que por un momento no reconocí quién eras. Mírate, la última vez que te vi medias como diez centímetros menos que yo.
Ni-ki rió al recordar eso, era consiente del efecto que los años habían dejado en él -Sí, bueno... creo que no me fue tan mal.
-Definitivamente no- Hubo un silencio corto luego de eso, Heeseung seguía con la cabeza hecha un lío y Ni-ki era lo suficiente reservado como para saber cómo continuar la conversación.
-Disculpe si lo interrumpí- se animó a decir -lo vi muy apresurado pero no quería perderme la oportunidad de saludarlo.
Cierto, Heeseung ya se iba.
-No, no te preocupes- contestó rápidamente -no estaba apurado solo... ya me iba.
-Bueno, espero poder verlo pronto. Tal vez en otro de estos eventos... si es que vuelven a invitarme.
Era la primera vez que Ni-ki asistía a una celebración de ese tipo. Aún era muy joven y su carrera al igual que su reputación apenas comenzaban a hacerse reconocidas.
-Claro que lo harán- animó Heeseung -estas fiestas necesitan más personas cómo tú.
-Gracias, señor- contestó llevando una mano al pecho y dando un ligero asentimiento en señal de respeto.
-No es necesario, recuerdo haberte dicho que me trataras por igual.
Después de todo, hubo un tiempo en el que Ni-ki y él habían mantenido una amistad cercana. Eran buenos amigos de infancia, no le pediría tratarlo como algo más.
-Está bien, como usted... como digas.
Ni-ki se despidió amablemente. Continuó disfrutando de la fiesta y saludando a más personas que reconocía. Heeseung lo miró por un momento, tal vez no se lo había dicho pero saber de él le enorgullecía.
Al final de la noche, algo bueno tuvo que haber salido de asistir a ese evento. Quién diría que se reencontraría con tantas personas que fueron tan importantes en su vida, algunas que le hicieron recordar momentos de felicidad y otras que solo abrieron las heridas que creyó haber sanado hace mucho tiempo atrás.
Trató de despejar su mente y siguió buscando la salida. La noche aún iba empezando y los camarógrafos no perderían tiempo en capturar su imagen en cuanto abandonara el lugar. Seguro que mañana amanecería con una reputación terrible por eso.
Llegó a la recepción y pidió las llaves de su carro. Quería dar el menor espectáculo posible, por lo que prefirió esperar adentro del edificio mientras el servicio de ballet parking llegaba con su auto. Desde donde estaba podía observar con claridad las decenas de cámaras que esperaban afuera, le resultaba tan fastidioso como esas personas podían tener tanto tiempo para seguirlo a todas partes.
La música resonaba hasta donde se encontraba y nuevamente sus pensamientos se redujeron todos a una misma situación, a un mismo nombre. Qué tanta mala suerte debe tenerse para que cosas así sucedieran, es decir, no se consideraba alguien de fiestas, pero la única vez que decide involucrarse en una se encuentra a la única persona que ha logrado romperle el corazón.
Parecía todo un chiste mal contado.
Miró hacia fuera viendo su auto a la distancia. Comenzaba a impacientarse, quería salir pronto de ese sitio.
-¡Espera!
Heeseung usualmente se consideraba alguien de buena suerte, pero quizá ese día tenía tan poca que el universo parecía querer divertirse un poco más con él antes de dejarlo ir.
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save me a seat | heejake
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando encuentras a la persona correcta en el momento equivocado? Heeseung & Jake 🧸🎞️