Pocas cosas le resultan más tranquilas que la oscuridad de la noche y el resplandor de la luna.
A pesar del continuo flujo de tránsito en las calles, Heeseung observaba a través de las ventanas, envidiando la serenidad nocturna. Las gotas golpeaban el cristal mientras esperaba pacientemente a que el semáforo cambiara de rojo a verde.
La fatiga se notaba en su rostro, sus dedos cansados masajeaban el puente de su nariz. Un bostezo escapó de sus labios, y lentamente frotó sus párpados, como si quisiera espantar la somnolencia que amenazaba con vencerlo.
Esa tarde no había sido la mejor. Desde que salió de la oficina, Yeonjun no había recibido noticias suyas; su teléfono permanecía apagado y había decidido que prefería enfrentar todo mañana por la mañana.
El semáforo cambió, pero la congestión del tráfico apenas varió, avanzando solo unos pocos metros en un tiempo considerable.
A ese ritmo, el viaje hasta casa tomaría algo más de una hora. Dada la distancia, comenzó a considerar que uno de esos vehículos automáticos de los que Sunghoon le hablaba constantemente no le vendría mal.
Avanzó unos metros más antes de rendirse, negándose a esperar otra hora de esa manera. Antes caería dormido en el volante.
Finalmente, se abrió paso entre los vehículos hasta salir de la avenida principal, adentrándose en una calle más estrecha y menos transitada. En realidad tenía mucho tiempo que no recorría aquellos rumbos, así que su plan se basaba en conducir hasta encontrar una manera de llegar a su casa.
Activó el gps de su auto, y este enseguida le arrojó la ruta más corta posible. Heeseung suspiró al darse cuanta de que aún le quedaba un largo trayecto por recorrer. Sí, la ruta era bastante más rápida, pero ahora tendría que atravesar decenas de cuadras y calles enredadas.
No lo pensó mucho más y puso su vehículo en marcha.
La radio parecía conspirar contra él esa noche, pues transmitían la música más melancólica que había escuchado jamás. Quizá en otro momento le hubiera venido de maravilla, pero justo ahora, mientras trataba de no cerrar los ojos a mitad del camino, no resultaba la mejor elección.
"Yes, I'm doing better. It cut deep to know ya, right to the bo-"
Cambió la estación, esperando encontrar algo más animado. Pero solo se encontró con anuncios aburridos sobre electrodomésticos los cuales no dudó en saltarse también.
"¿Te apetece un delicioso y auténtico ramen?"
Dejó de buscar nuevas estaciones al escuchar eso.
"Entonces ven a visitarnos hoy mismo. En Hanbok, tenemos exactamente lo que buscas, como lo buscas. Es el destino ideal, ubicado en el 789 de la Tanquil Lane"
Heeseung miró a través del cristal, notando un letrero que indicaba que se encontraba precisamente en el número 786 de Tanquil Lane. Esto enserio se trataba de la ironía del destino mostrándose ante sus ojos.
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