Capítulo ocho: "Controlador"

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– Viernes, 7 de junio de 1987. Verano, Estados Unidos, la década de los 80's.

Leslie miraba sin mover un solo músculo de su cuerpo al estadounidense. Frunció su ceño incapaz de hablar, abriendo su boca como si tratara de decir algo sin obtener buenos resultados de esto. Suspiró y cerró sus ojos para abrirlos y mirar a Timothy.

– Tres palabras, qué mierda.

– Esas son dos, Leslie.

– La tercera es... ¡Vete! – Timothy tragó saliva y le rogó con sus manos.

– Porfavor Estrada, no tengo dónde quedarme.

– Explicate.

El muchacho miró hacia atrás nervioso y volvió a mirarle, demostrándole mucho con sus ojos, aquellos ojos inocentes y a su vez tan pecadores. Aquellos ojos que gritaban por ayuda en silencio.

– Dios, pasa.

Leslie entró y se quedó sosteniendo la puerta para que Carter sonriera alegre y entrara detrás del mexicano. De repente, la madre del muchacho llegó a la escena. Miró confudida a ambos muchachos.

– Hijo, no me dijiste que vendría uno de tus amigos a casa – sonrió nerviosa entre risas bajas.

– No, él vino.

Ambos miraron a Timothy en busca de alguna explicación de su aparición tan repentina. Este los miró y supo que los ojos de perrito mojado no bastarían, así que suspiró y se digno a explicarles.

– Lamento las molestias señora Estrada – se disculpó, ambos miraban atentamente al adolescente. Timothy no pudo evitar ponerse un tanto nervioso y pensar internamente alguna explicación. – Discutí con la señora que me cuida.

– ¿Y tus padres?

– No tengo, soy huérfano.

– Lamento oír eso – se disculpó la mujer mirándole con pena. Se le notaba algo arreglada, con ropa algo colorida, aretes brillantes de triángulos neón, un bolso y demás pertenencias. Pensó por un momento y miró a Leslie el cual también tenía la misma expresión de pena. Carter no pudo evitar aguantar una pequeña risa, le pareció tierno el parecido entre el mexicano y su madre. Luego de un momento esta se dignó a hablar. – Puedes quedarte aquí por hoy.

– ¿De veritas? – sus ojos brillaron y sonrió.

– Sí, pareces un buen niño... ¿Cómo te llamas?

– Timothy Carter, señora.

– Bien, Timothy, puedes quedarte aquí por hoy, y mañana me encargaré de hablar con la persona que está a cargo de ti, ahora tengo que salir – giró su rostro hacia Leslie y le dió un beso en su mejilla, dejando una pequeña marca de sus labios en un pintalabios color azul brillante. – Lele, volveré mañana por la mañana, en la nevera hay comida para tu amigo, cuídense.

– Ya – respondió algo serio para que la madre de Estrada le sonriera por última vez a Timothy y saliera de la casa.

– Llamen si ocurre alguna emergencia.

Le exclamó de lejos para que ambos miraran como ésta se subía a su auto y se marchaba del lugar. El de cabello negro volteó a ver al que estaba dentro de la casa y le sonrió.

– Gracias.

– Apenas entres hablaremos de esto, me debes explicaciones de todo, ¿oíste?

Carter asintió yendo tras del muchacho para luego molestarse un poco al hacerle caso tan fácilmente, aunque sabía que debía hacerlo de todos modos si quería pasar la noche a salvo en una casa.

Dos Mares ➫ Bad Captain × TimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora