Capitulo 12

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Narra Mike.

Will y yo estábamos acostados, uno a lado del otro, los dos con la mirada en el techo.

Dios, que día tan aburrido — Exclame.

—Si, en todo el día no hemos hecho nada emocionante, y tampoco se me ocurre que hacer...

Nos quedamos unos minutos en completo silencio.

—¿Quieres ir a un lugar secreto?  — Soltó de pronto.

—¿Lugar secreto? — Levante mi mirada hacia él — Me interesa...

—Bien... sólo espero que mi madre nos deje salir — Dijo mientas se levantaba de la cama y se ponía sus tenis.

Yo igual me puse mis tenis. Luego los dos salimos de su habitación y Will se dirigió a la habitación de la sr. Byers.

La puerta estaba abierta. Joyce estaba leyendo un libro, mientras tomaba una taza de café.

—¿Mamá? — Entró Will a la habitación.

—¿Qué sucede? — Preguntó Joyce.

—Ah, quería saber si nos dejas salir...

—Mm... ¿a dónde?

Will le susurró algo a Joyce en el oído, así que no escuche de que se trata.

—Am, está bien. Pero no lleguen tarde, ¿Okay?

—Está bien, ma. Nos vemos después — Will le dio un beso en la mejilla a su madre.

Will tomó sus llaves y salimos de la propiedad.

Había un clima fresco, no hacía frío. Eran aproximadamente las 6:40 de la tarde.

—¿A dónde iremos? — Pregunte curioso.

—Dije que es secreto — Me respondió Will — Sólo ten paciencia, no es nada lejos.

—Está bien — Le dije.

Al parecer no había casi gente. De vez en cuando solo pasaban carros, solo eso.

Caminamos sumergidos en un ambiente muy tranquilo, no hablamos, solo nos dedicamos una que otra mirada, mientras el fresco viento chocaba con nuestros rostros y alborotada nuestro cabello.

Hasta que Will se junto más a mi, y se atrevió a tomar mi mano. Su mano es demasiado suave, aunque estaba algo fría. Afortunadamente traemos suéteres. Decidí meter nuestras manos entrelazadas en uno de los bolsillos de mi suéter, para mantener la mano de Will caliente. Él también tenía su otra mano dentro de uno de los agujeros de su suéter, al igual que yo.

Luego de unos minutos, el cielo era completamente azul marino, con estrellas esparcidas por doquier, brillando como nunca. Y por en medio de ellas; la luna, tan grande y brillante como ella misma.

—Entremos aquí... — Habló Will con voz melódica, mientras me guiaba entre algunos árboles.

Caminábamos esquivando las ramas del suelo y los árboles, que chocaban con nuestros hombros a medida que caminábamos.

Hasta que empecé escuchar un ruido ¡Claro, son olas! Estamos en una playa.

—Por fin llegamos — Will apresuró el paso y esquivo los últimos árboles.

Fue cuando empezó a quitarse sus tenis y sus calcetas y los dejó en un rincón, yo hice los mismo.

Byers tenia una gran sonrisa en su rostro, y camino entre la arena, yo lo seguí.

—Es lindo ¿no? — Preguntó sonriente. Sus ojos brillaban, parecían estrellas.

—Si... Bueno, sinceramente no me gusta mucho la playa. No porque no sea linda, solo que el sol la hace irritante, o bueno al menos para mi — Expliqué. Siempre he odiado el sol— Pero, sin el sol es perfecta... — La playa era realmente tranquila, no había personas, ni ruido, excepto por el que hacía las olas y el viento, los cuales eran realmente tranquilos. Pero fuera de eso, solo estábamos Will y yo.

Beso A Media Noche (Byler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora