Deja de mentirme
Deja de hacerme daño
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Menciones de violencia, temas de autolesiones y suicidio. Puede contener tema sensible para algunos públicos.
Menciones de otros idols y personajes ficticios
Todo este contenido es en busca de entretener al l...
Después de esos últimos días de vacaciones Yujin llegó con su mochila en su espalda al lado de su hermano Jiwoong cual un rato después iría a la universidad.
¿Era la forma de ser? ¿De vestir? ¿La sonrisa?
Que no había en el, que no daba lo suficiente para estar a la altura de su hermano.
-Suerte hermanito...- Le dijo con una sonrisa para salir hacia el coche después de sus palabras.
Seguido de las miradas de las chicas adolescentes. Las cuales le miraban embobadas.
Nadie le miraría a él así.
Las primeras clases se le pasaron rápido solo estuvo pensando letras de canciones que habían venido a su mente sin mucho sentido o no acababa de terminar, componer música le relajaba de una manera u otra.
El problema vendría a la hora del recreo, y se llamaba Hanseok y su dichoso grupo de amigos.
-Mirar quien es, si es Yujin! Nuestra ovejita negra!- Exclamó Hanseok empujando al chico y tirando todo lo que llevaba en las manos.
-Que triste eres.- Dijo riéndose de él. Ya estaba tan acostumbrado que ni siquiera se limitó a levantar la cabeza. Solo suspiro tratándo de tragar las ganas que tenía de llorar y marcharse a casa.
-Oye imbecil, te hablo a ti.- Dijo cogiendo fuertemente el brazo del chico.
Siempre pensaba por que seguía sufriendo todo eso. Solo debia de marcharse.
Hanseok le agarro del cuello y le levantó para que le mirara a los ojos, cuando fue a golpearle alguien interrumpió la acción del chico.
-Hanseok... basta.- Dijo una voz a su lado.
-¿Que? ¿Por que? ¿Lo quieres tu ahora?- Dijo soltando una breve risa. -Es más inteligente de lo que parece.-
-No.- Respondió para quitar su mano, recoger los cuadernos del suelo y coger su brazo. Ahí fue cuando se dio cuenta quien era, cuando vio el tatuaje en sus dedos, esa serpiente tatuada en su mano.
-Venga ya Gyuvin el es un niño pijo y perfecto que tiene de todo. Deja que me divierta.- Refunfuño Hanseok.
Gyuvin... Gyuvin, era un nombre muy lindo.
-Te dije que no. ¿Quieres problemas?- Dijo con una mirada seria.
Yujin se sintió pequeño, e indefenso en ese momento.
Como un pequeño conejito alrededor de leones y tigres.
Hanseok nego y Kim tiro de su brazo para sacarle de allí.
No podía articular palabras. ¿Le iba a golpear?¿Robar? ¿Burlarse de el? Cerró los ojos mientras suspiraba. Estaba listo para cualquier golpe que pudiera recibir.
Pero iban a doler más que de los de Hanseok.
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