😚😚Capítulo 21 😚😚

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¿Había alguna forma de romper el control mental? Mi lord Borya nunca me quiso responder. Siempre evadía el tema cuando yo lo traía a colación. Sin embargo, supe de alguien que sí había logrado romper el control mental. Lo llamaban Richi y estaba encerrado en una clínica psiquiátrica. Aparentemente, Katy y Eduardo tuvieron contacto con él. ¿Acaso ellos habían descubierto algo? Según Borya, no. Pero él temía que alguien lo descubriera eventualmente. Le pregunté por qué no mataba a Richi. Para un grupo de demonios no sería difícil irrumpir en la clínica. Él me respondió con ojos tristes: «porque lo quiero mucho».

Capítulo 21

Así como cuando tu primer beso literalmente te salva la vida.

Mary entró en el salón del museo. Decenas de personas la rodeaban. Todos tiesos, en trance, con los brazos caídos, inertes, como endebles fideos y con los ojos perdidos, con un brillo violeta en sus pupilas.

En el suelo yacían varios wizphones. Todos encendidos y emitiendo de sus pantallas un débil resplandor púrpura.

Eduardo y Katy seguían a Mary de cerca, caminado con cautela.

—Todos han sido embrujados por Borya —dijo la aspirante a bruja—. Deben estar perdidos en un sueño que se siente real. Como me pasó a mí.

—Allá afuera es igual —comentó Mary, acercándose a la profesora Ibis para mirarla de cerca—. Todos se ven así, con la mirada perdida. Incluso los que no tenían un wizphone en sus manos. Solo bastó con estar cerca de uno. Bueno, hay otros poseídos que te persiguen.

—Creo que Borya puede ver a través de los ojos de los poseídos.

—¿Por qué no me dijiste eso antes? —Exclamó Mary.

La profesora ibis movió sus ojos y pareció como si por primera vez viera a Mary, como si apenas fuera consciente de su presencia.

Oh-oh.

—¡Hay que correr! —gritó Mary. Sin embargo, cuando estuvieron a punto de cruzar la puerta, una pequeña y menuda figura les bloqueó el paso.

—Vaya, vaya, vaya. —Aplaudió Alexa—. No pensé que fueras tan tonta como para venir aquí. De verdad que el amor vuelve idiotas a las personas. Yo te entiendo, yo estuve allí.

—¡Alexa! —Mary amagó para abrazar a su prima, pero se arrepintió antes de dar ese primer paso. Había estado preocupada por ella durante días. Preguntándose si estaba bien. Pero esa Alexa que estaba en frente, parecía otra persona. Caminaba diferente, miraba diferente, hablaba diferente.

—Lord Borya quiere probar su nueva adquisición contigo—anunció su prima.

—¿Su nueva adquisición?

Alexa asintió con una sonrisa torcida.

—El sirviente de Tirano.

Detrás de Alexa apareció Oliver. Se movía como uno de sus juguetes de cuerda. Preciso, recto, antinatural. Y sus ojos—que no parpadeaban—, tenían ese sinestro destello morado.

—Oliver, no...—Se lamentó la chica, llevándose las manos a la cabeza.

Alexa se cruzó de brazos recostó la espalda contra el marco de la puerta.

—Veamos que tan bien lo controlamos.

—Katy, Eduardo —habló Mary, poniéndose en postura de defensa—, detrás de mí.

El chico y la aspirante a bruja se miraron las caras y corrieron a «resguardarse» detrás de Mary.

—Ja, ja, ja. —Se burló Alexa—. ¿De verdad crees que por tomar unas clases de karate vas a poder contra el soldado del Tirano?

El Chico Milagro [Wattys 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora