💪🏽💪🏽💪🏽Capítulo 22💪🏽💪🏽💪🏽

13 3 0
                                    


Matar al Heredero no sirve de nada. Si matas a uno, nacerá otro y así sucesivamente, hasta el final de los tiempos. Por eso, lo mejor era controlar su mente y convertirlo en un soldado más de nuestra causa.

Capítulo 22

Así como cuando tu vida se convierte en el clímax de un arco de shonen (con batalla final por el destino del mundo incluida).

Quise pellizcarme de nuevo para comprobar que ese no fuera otro sueño. Mi primer beso, con Mary. Me había hecho ver luces, literalmente. La abracé, muy, muy fuerte. Como si no la hubiera visto por años. Ella soltó una risita y me correspondió el abrazo.

—Mary, perdóname —dije.

—¿Qué?

—Perdóname. He sido un cretino.

—Oliver no creo que ahora sea el momento...

—No, pero tenía que decirlo. —La interrumpí—. Perdóname.

Mary me miró a los ojos y acarició mis mejillas.

—Perdóname tú también.

—¿Por qué?

—Creo que... te he juzgado injustamente. Me convertí en la señorita moral.

Yo sonreí. Ella también. Quise besarla. De nuevo.

—¡¡¡AAAAAAAAAH!!! —Un grito desgarrador detrás de nosotros.

Rompimos el abrazo y giramos para ver a Alexa con ojos llenos de fuego.

Los asistentes de la fiesta que hasta se momento se encontraban suspendidos como estatuas, giraron sus cabezas y todos nos miraron al mismo tiempo.

—Oh-oh —dijo Mary.

—Tenemos que huir—dijo Katy.

Yo parpadeé varias veces al verla allí, junto con Eduardo.

—¿Ustedes?

—¿Sorprendido Santos? —Eduardo me dedicó una sonrisa—. Vinimos a rescatarte. De nada.

—Gracias. —Le devolví una sincera sonrisa.

Alexa se acercaba a nosotros.

—¡Después hablamos! —gritó Katy—. ¡Tenemos que huir!

Sujete a Mary del brazo.

—Buena idea.

Corrimos hacía la salida, junto con Katy y Eduardo, pero Alexa nos bloqueó el camino.

—¡Lord Borya! —Gritó—. Mary es mía.

Los asistentes que nos miraban con ojos púrpura, bajaron la cabeza y clavaron sus ojos al suelo.

—Oliver, ve por Borya —dijo Mary poniéndose de frente a Alexa.

—¿Qué? —respondí—. No pensarás enfrentarte a ella tú sola.

—Eso es exactamente lo que haré.

—Mary, no podrás contra ella—advirtió Eduardo.

—Por favor, no pelees —agregó Katy.

La preocupación por Mary era unánime. Ella volteó a mirarnos a cada uno y guiñó el ojo.

—No perderé. Ustedes detengan a Borya.

—Cuando todo esto termine—le dije—, tendremos una cita.

—Así será, guapo. —Lanzó un beso al aire.

El Chico Milagro [Wattys 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora