cinco

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Chaewon llegó a comer junto a Sakura. No hablaron mucho salvo para dar algún que otro comentario de que la comida estaba buena. 

Es común en ellas quedarse en silencio mientras comían. Cada una en su mundo.

Eso no aplicaba en las otras tres chicas de las cuales sus risas llegaron a escucharse hasta con la puerta cerrada.

Con esa simple comida pudo verse quienes son las más calmadas del grupo.

—¡Sigues viva!

Hablando de ellas, al terminar de cenar y cuando Chaewon salió a lavar los platos las pisadas hacia la habitación de Sakura no tardaron en escucharse, y el encontrarse con ellas, tampoco.

—¿No sería mejor si nos quedáramos? —Yunjin de repente pregunta a Kazuha, su acompañante en el descanso.

Antes de que alguien pueda responder, Chaewon se adelanta.

—No. —ella dice y se gana con la mirada de cuatro pares de ojos. —Yo me quedaré. —informa y Kazuha y Yunjin, quienes no tenían idea de la noticia hasta ahora, no dicen nada más (gracias a dios), solo lo aceptan y cambian de tema.

La noche sigue entre conversaciones para las cinco chicas en la habitación de Sakura hasta que sienten el cansancio y deciden ir a sus habitaciones una por una.

Chaewon es la última en quedarse ya que busca convencer a Sakura de tomar una pastilla para prevenir alguna recaída. No es difícil, tampoco tan fácil, pero no hay nada como sacar su autoridad de líder para que la mayor (que en estos momentos no lo parece) se rindiese y acepte el agua para tomarla.

—En serio que das miedo. —Sakura dice ya dentro de su cobertor con su pijama puesta, lista para dormir.

—Buenas noches para ti también. —responde Chaewon apagando la luz de la habitación y cerrando la puerta.

Dispuesta a ir a su habitación, Chaewon camina hasta el final del pasillo, pero una de las puertas de sus compañeras se abre y de esta sale una mano que toma su brazo y la jala.

Chaewon obviamente se asusta.

—¡¿Cuál es tu problema?! —Chaewon dice reprimiendo sus ganas de decirlo a viva voz al mismo tiempo que cierra sus puños para no acercarse y empujar a Yunjin.

—No tienes que hacerlo, Chaewon —Yunjin ignora sus quejas. —. Me puedo quedar con Zuha para que puedas ir con tus padres. Vamos, desde hace tiempo andas diciendo que quieres verlos. —Ahí está de nuevo, Yunjin y su gran consideración. Cuán acertado fue lo que dijeron en el programa de radio. —¿O es que acaso quieres enmendar lo que dijo sobre ti? —Y es cierto lo que ella dice de sí misma: es buena leyendo a la gente y sus intenciones.

¿O es que Chaewon se puede dejar leer con facilidad?

—No se lo digas a nadie —Chaewon dice derrotada casi juntando sus manos ante una Yunjin que abre los ojos al estar en lo correcto. —En parte sí y en parte porque ella hizo lo mismo conmigo hace unos años.

Y Yunjin levanta las manos, entendiendo todo; aún así, le asegura que puede llamarla, a ella o a Kazuha, cuando tuviera dudas.

¿Qué dudas tendría Chaewon? sabe cuidar de una persona enferma.

Cuando su madre cayó enferma dijo que hizo un gran trabajo.

Además, cuando se despidió de Sakura pudo ver que estaba un poco mejor, así que, mañana lo máximo que esperaba era estar a su lado y mantenerla en compañía.

change ya mind | ssamkkuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora