trece

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No es como lo había pensado.

Sakura mira el techo de su habitación y se envuelve más en su manta al recordar la sensación leve de los labios de Chaewon en los suyos.

Aunque fue breve, cada que la imagen de Chaewon y sus ojos cerrados aparece en su cabeza hace que los latidos de su corazón sean más rápidos y fuertes.

Es verdad que en su mente desde hace tiempo había estado la idea de besar a Chaewon. Quería saber si sus labios eran tan dulces como su voz al cantar o tan suaves como su forma de hablar.

Solo era mera curiosidad.

Cuando Chaewon juntó sus labios con los suyos y pudo confirmar sus dudas todo tuvo que detenerse.

Se supone.

Pero no.

Sakura quería más.

Quería más de Chaewon.

Y eso le asusta.

Ella no debe estar queriendo más de Chaewon, de su amiga y compañera de grupo.

-Estoy en problemas. -Sakura murmura ante la oscuridad mientras abraza uno de sus peluches.

Las cosas se pondrán extrañas entre ellas si es que no lo hablaban.

Por el bien de su relación y la dinámica del grupo tienen que arreglar las cosas.

Sakura decide levantarse e ir a la habitación de Chaewon. Va hacia la puerta y la abre, pero antes de avanzar se choca con la mismísima figura de con quien debe hablar.

Chaewon la mira, está tan sorprendida como ella. Quiere decir algo, pero las palabras no salen; Sakura mira de vez en cuando sus labios, esperando a que soltara algo.

Los segundos pasan y de repente algo dentro de Sakura cambia. Su pulso va más rápido, pero la sensación es diferente a la de antes.

Ella cierra los ojos por un momento y luego los abre, Chaewon es lo único en lo que se enfoca, en ella y en sus delicados labios que son humedecidos por su lengua.

Y tal vez es por eso o por la sensación de que va a caer que se abalanza a Chaewon, logrando que ella la atrape y choque su espalda contra la pared del pasillo.

-Estás caliente. -Chaewon dice nerviosa y Sakura aleja su cabeza para que su nariz esté casi tocando la de la contraria.

-No me siento bien. -Sakura susurra.

-Debes acostarte. -Chaewon dice y la quiere alejar, pero Sakura lo impide acercándose más y cortando todo pensamiento de la mente de Chaewon al igual que toda distancia.

Esta vez es un beso, uno que se puede considerar así.

Chaewon toma de la cintura a Sakura mientras que ella se sostiene de sus hombros. Van a un ritmo lento aunque ambos corazones están acelerados.

Chaewon abre un poco los ojos y se topa con los de Sakura que están cerrados, de repente una de sus manos va a parar a su rostro y ella siente la calidez que la representa y se da cuenta de que tanto ella como Sakura quieren esto.

Vuelve a cerrar los ojos y se recuesta en la pared. Sostiene con más fuerza a la mayor quien mueve su cabeza de lado, profundizando el beso.

El aire va faltando, Sakura se aleja y Chaewon, además de ver sus labios hinchados ve su mirada desenfocada.

Algo no está bien.

Es cuando Sakura baja la cabeza y la mueve de lado a lado que decide ponerse seria.

-Te dije que tienes que acostarte. -Chaewon reprocha y ya acostumbrada al peso de la mayor la lleva dentro de la habitación con facilidad. Sakura se disculpa por lo bajo justo antes de ser dejada en su cama.

-¿Por qué hiciste eso? -La menor vuelve a hablar pero esta vez es más suave. Sakura no es capaz de mirarla, además de que está levemente mareada, así que cierra los ojos y coloca uno de sus brazos encima. En la oscuridad Chaewon busca su otra mano, la toma y la acaricia, dándole fuerza para que responda.

-No lo sé... o tal vez sí. Es complicado.

-¿Complicado?

-Sí. -Sakura dice y luego siente un peso a su lado. Era Chaewon quien está acostada de lado, mirándola expectante. -Creo que eso no fue un simple beso.

Chaewon se mantiene callada y Sakura piensa que ha dicho algo mal. Decide que tiene que retractarse.

-Yo también pienso eso. -pero Chaewon se adelanta y acaricia su mejilla logrando que la voltee a mirar y le de una leve sonrisa. -¿Qué? -pregunta y Sakura niega como restando importancia, cuando en verdad hay un torbellino de dudas y emociones dentro de ella.

Me equivoqué.

Algo ha cambiado entre nosotras.

Siendo este pensamiento el que más resalta.

change ya mind | ssamkkuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora