seis

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Estuvo equivocada.

La mañana siguiente, Chaewon despertó ante la noticia de que Sakura había empeorado. Yunjin se lo dijo cuando la vio salir de su habitación y aunque ella le volvió a ofrecer su ayuda diciendo que no había problema alguno, Chaewon se la volvió a negar.

—Estaremos bien. —Chaewon decía mientras empujaba a la más alta hacia la puerta. Detrás de ellas se encontraban Kazuha y Eunchae no queriendo meterse en la escena de ese par de chicas obstinadas.

—Deberíamos avisar a un manager, por si acaso. —Cuando las tres estaban afuera, Yunjin caminando más adelantada, Eunchae propuso aquello a Kazuha en voz baja. La chica apoyó la idea.

Ahora Chaewon está sola en la sala, la televisión haciendo ruido de fondo. Ella toca la puerta ya cerrada con su frente, sus ojos cerrados.

En serio, ahora estoy sola.

Sus pensamientos se detienen cuando escucha pasos acercándose. No puede ser nadie más que Sakura y su semblante tan débil intentando llegar a la cocina el cual se detiene al ver a Chaewon. 

—Sigues aquí. —Sakura dice y Chaewon la mira de forma obvia. 

—Dije que me quedaría contigo. 

—Ah, entonces la pelea que escuché no fue un sueño. 

—... No me estaba peleando. —Chaewon murmura, sus mejillas sonrojadas al saber que la mayor   había escuchado lo que le había dicho a Yunjin, cosas que estaban relacionadas con su persona y lo bien que la cuidaría. —Como sea, ¿qué haces de pie? Debes seguir en cama.

—Puedo ir perfectamente por un vaso de agua. Estoy enferma, no sin piernas. —Sakura dice y continúa su camino hacia la cocina. 

Chaewon la sigue un poco por detrás. No quiere invadir tanto su espacio. Cuando su madre estuvo enferma se puso muy sensible y el que se acercaran mucho a ella causaba que se irritara. Tal vez Sakura también es así, o tal vez no, pero, es mejor prevenir.

Sakura estira su cuerpo para alcanzar donde los vasos estaban. De repente se detiene y cierra los ojos de manera brusca. Chaewon se pone atenta y tiene la intención de ir por ella, pero la mayor levanta una mano diciendo que todo está bien.

Pero eso no es verdad, porque de un momento a otro la mano en la que Sakura tiene el vaso se debilita y el vaso cae rompiéndose en pedazos.

A Chaewon debe importarle porque existe la gran probabilidad de cortarse, pero no le presta cuidado.

Atrapar a Sakura es mucho más importante.

¿Darle espacio? Ahora no puede ser posible. Chaewon está prácticamente pegada a Sakura para que no termine en el suelo. Sus brazos atrapan con fuerza el cuerpo débil de una Sakura que intenta sostenerse de una parte del mostrador.

—Tranquila, tranquila. Te tengo. —Chaewon dice  evitando que Sakura avance más y sus pies den con el vidrio esparcido. —Sostente de mí. Regresaremos a tu habitación. —Sakura asiente y se apoya en Chaewon quien avanza de forma cautelosa por la cocina.

No es la más fuerte del grupo por lo que llegar a la habitación se le hace un reto, pero no algo imposible. 

Eso sí, ahora necesita un vaso de agua.

Con Sakura de vuelta a su cama ella sale, pasa por los vidrios esparcidos en la cocina y va por el agua. Luego de tomar va camino de regreso a la habitación. 

No se olvida de llevar algo de agua a Sakura quien la recibe estando sentada.

—Eso fue peligroso. —Chaewon dice y se sienta en el borde de la cama. Pasa sus manos por su rostro y deja salir un gran suspiro. —En serio, Sakura, debes quedarte aquí. Yo puedo- —y se detiene de repente al sentir incomodidad en uno de sus pies.

Hubiera obviado aquella curiosidad. De haberlo hecho no se hubiera topado con aquella escena de sangre en el piso.

Solo era poca, pero a ella no le gusta. Le aterra.

—¿Chaewon? —Sakura dice y se acomoda para ver qué era lo que estaba viendo, cosa que no logra porque Chaewon la toma por los hombros y hace que se recueste.

Chaewon tiene que evitar soltar un grito ante el ahora dolor y asco de recordar lo que había visto. No quiere que Sakura se preocupe ni menos se sienta culpable. 

Tiene que aparentar que está bien y lograr que la mayor no la vea salir.

—Cierra los ojos y no te muevas. Voy a hacerte algo para que puedas comer.

—Pero no-

—Sakura, por favor. —ella se acerca más a la mayor, tanto que puede sentir la calidez de todo su rostro.

—E-esta bien. —Sakura acepta y hace lo pedido. Chaewon no pierde tiempo y con todas sus fuerzas se levanta y camina. No importando si sus pasos son pesados, solo busca salir e ir a la cocina.

Cuando llega puede ver con mayor detenimiento todo. Hay pedazos de vidrio esparcidos por el suelo y también agua. Es un desastre. 

Chaewon, entonces, planea las cosas: primero limpiará la cocina, luego preparará algo sencillo y finalmente tratará su herida. 

Sí, así serán las cosas.

change ya mind | ssamkkuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora