𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨 ꒰🪄꒱

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Ya saben lo que pasa cuando uno mismo se siente solo, triste, sin ánimos; no deseas ver a nadie y te ocultas en tu lugar favorito, tal vez sea un lugar solitario, pero muy acogedor.

La torre de Astronomía era el lugar favorito de Cat desde que Draco se lo mostró a inicios de año. Era un lugar muy solo pero con una vista hermosa.

Todo era sofocante, ella en verdad quería contárselo a alguien pero le daba miedo las consecuencias. Ya saben. Cuando se lo contó a Cedric Diggory este terminó siendo asesinado y cuando se lo contó a Draco el terminó herido y con amnesia, sin poder recordar nada de lo sucedido.

Ella decidió rendirse.

— ¡Cat! ¡Cat, dónde estás! —Gritaba Harry por el castillo sin temor a que algún profesor le llamara la atención.— ¡Por favor Cat! —Sollozaba Harry sosteniendo la hoja entre sus manos.—

— ¡Harry! —Era Slughorn, saliendo de su oficina.— ¿Que pasa muchacho?

— Es Cat, necesito hablar con ella. Es algo muy delicado. —Harry se limpio los ojos con su manga.— No sé dónde se metió pero tengo que hallarla.—

— Ohhh, entiendo. Sabes, esta es una noche muy linda ¿verdad?

— ¿Lo es? —Preguntó Harry sin ánimos.—

— Si que lo es. De seguro desde la torre astronómica se vería todo Hogwarts...

— ¡La torre de astronomía! ¡Claro! —El profesor Slughorn sonrió.— Gracias profesor. —Harry se fue corriendo.—

— ¡Si alguien te descubre yo no tuve nada que ver! —Le gritó el mayor pues estaba prohibido subir a la torre a menos que sea para tomar clases.—

Harry corría sin cesar, era algo de vida o muerte. La verdad estaba en juego y era su deber saberla pues era el mejor amigo de Cat y solo quiere lo mejor para ella.

— ¡Cat! —Llamaba el mientras subía velozmente las largas y espirales escaleras.— ¡Cat!

Harry llegó al final de las escaleras y entró al mirador de la torre dónde todo estaba oscuro y polvoroso. Admiro un poco la vista antes de mirar al rededor.

— ¡Cat! —Llamó de nuevo.— ¿Estás aquí? —Preguntó sosteniendo el papel entre sus dos manos y volteando la cabeza a todos lados.—

Harry no obtenía respuestas así que se empezó a ir pero antes de bajar las escaleras escuchó un sollozo femenino.

— ¿Cat? —Harry acomodó sus gafas.— ¿Eres tú? —Harry se acercó a las estanterías y al ver bien notó que Cat estaba sentada en el filo del borde apoyando sus brazos en el barandal y dejando colgadas sus piernas.— Cat... soy yo Harry.

𝑫𝑼𝑴𝑩 𖣘༄ hp worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora