┊🦄⋆✧*｡🎀 ┊❝𝐓𝐨𝐧𝐭𝐚, le dicen❞
Cat decide crear un mundo nuevo en su cabeza, dónde todo es rosa y con arcoíris por doquier. Ella es muy querida por todos sus amigos pero al fin y a cabo, ellos siempre se preguntan el porqué de su actitud. ¿Será a...
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— ¿Ves eso Cat? Las estrellas están perfectamente alineadas.
Cat tardó un rato en responder, apreciaba lo hermoso que se veía el cielo en ese momento, las estrellas brillando como un hermoso galeón de oro, y un hermoso cielo color azulado.
— Se ven muy lindas.
Mientras que los días en la madriguera pasaban, Cat se divertía mucho junto a sus amigos, quienes la cuidaban mientras la hacían reír.
Los Señores Weasley estaban muy felices de tenerla con ellos. Cualquier amigo de sus hijos siempre será bienvenido en su casa.
Hermione era la más feliz por tenerla ahí, ella sabía que las vacaciones para Cat eran duras y tenerla con ellos la hacía pensar menos.
— Las estrellas son hermosas, ¿verdad? —le pregunto Harry nuevamente.—
— Por supuesto. —contestó ella.—
Cat empezó a balancear sus pies acostando su cabeza en el hombro de su amigo. El ambiente era tan relajante y fresco, algo que ambos no tenían desde hace tiempo. Harry hizo lo mismo y cerró los ojos, acariciando cada vez más despacio la cabeza de Cat.
— Harry.
— Dime, Cat.
— ¿Tu crees que después de la muerte uno de convierte en una estrella?
La repentina pregunta de la pelirroja hizo que automáticamente Harry abriera los ojos.
— Pues yo creo que si Cat, de hecho estoy seguro que mis papás ahora son estrellas y me cuidan desde arriba, junto a Sirius.
— Que lindo es saber que estás a salvo, en cualquier momento. —respondió ella sintiéndose débil— Yo también creo que las personas se convierten en estrellas, estrellas muy brillantes. De seguro Cedric debe estar por ahí, saludándome.
Cat se hundió más sobre la sudadera de Harry que traía puesta, el aroma que está desprendía era única y muy deliciosa. Ambos amigos escuchaban sus respiraciones y mientras que Cat acariciaba al Señor Patas Largas, Harry se limitaba a pensar en su familia y en lo mucho que los extrañaba.
La noche era especial y los dos sabían que jamás se olvidarían de este momento, Cat al sentirse segura en el ambiente comenzó a ponerse nerviosa, ella no quería volver casa y encontrarse con su hermano, ella solo quería seguir divirtiéndose.
— ¿Harry, yo te podría decir...
— ¡Ronald casi me matas! —se escuchó de repente detrás de ellos.—
— No seas dramática Hermione, solo fue un empujoncito leve.
— Solo cállate. —dijo Hermione antes de voltear hacia Harry y Cat.— Enserio deben avisar donde van a estar, ¡los buscamos por toda la madriguera!
— Lo sentimos, solo estábamos viendo las estrellas. —dijo Harry—
— No importa ya, Molly ya preparó la comida, bajen a cenar.
— Ya voy. —dijo Cat levantándose apresuradamente y yendo con Hermione quien la abrazó por los hombros.—
— Cat, ¿que me ibas a decir?
— ¿Decirte que? —dijo Cat, haciéndose la tonta otra vez.—
— El último que llegue come menos. —dijo Ron corriendo por las escaleras.—
— ¡No es justo Ron! —le gritó Hermione— Vamos Cat. —ella agarró la mano de la pelirroja y juntas bajaron las escaleras.—
Harry Potter por otro lado se quedó viendo a la nada, ¿por qué Cat le mintió así? ¿Que ocultaba? Ella siempre había sido muy sincera con el y que haya echo eso le fastidio, y mucho.
— ¡Harry! —se le escuchó a Hermione desde el primer piso— ¡Ven o comerás menos!
— ¡Ya voy! —le gritó el de vuelta y con una mueca dejó sus pensamientos atrás.—
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