Guardaespaldas pervertido (vegaspete)

Parte 10: ¿Rehen o competencia?

Estaban en el sótano de la casa de la segunda familia, el lugar era bastante desagradable, cosas tiradas por doquier y poca iluminación, parecía sacado de una película de terror. Pete vio a la chica sentada en medio de la habitación, tenía sus manos atadas a la misma tras su espalda, cortesía de Vegas. Viéndola aun inconsciente se preguntó cuánto demoraría en hablar, él no era partidario de infringir dolor, pero sabía que Vegas era un especialista en eso y que no haya hablado con Kinn decía mucho sobre sus planes.

-¿Vas a intentar interrogarla por las buenas primero?- dijo viendo a este de lado, el hecho de que este acomodando un montón de herramientas que parecían de tortura no le daba buena espina. Se refugió más en su enorme campera negra, tenía la capucha puesta, había estado demasiado vago para quitarse el maquillaje, solo quito el rímel y labial, el resto podía esperar.

-¿Por las buenas, como se supone que haría eso?- la mirada del castaño le dijo que no pensaba ser amable.

-yo... creo que la interrogare primero.

-¿Perdón? Dijiste que no querías meterte en más que esto, que nosotros le sacaríamos la información.

-eso fue antes, cuando pensé que llamarías a Kinn.

-¿Crees que él será más amable? No te confundas corazón, ambos somos malos, solo que él usa otra gente o un arma para hacer lo que yo hago con mis manos.

-de todas formas, déjame intentarlo primero, puedo convencer a la gente fácilmente, tengo algo que me ayuda con eso.

-sí, esa maldita sonrisa- Pete lo miro con una ceja alzada ante eso- ¿Qué? Es verdad, vos sonreís de esa forma inocente y la gente solo te obedece, no sé cómo logras que afecte tanto una sonrisa, pero la tuya es mágica.

-mágica- rio.

-no te rías, es cierto, peor si usas tu cuerpo como arma, eso pierde un poco, es peligroso- lo miro haciendo una mucha, no parecía feliz- ahora que lo pienso, sos un tramposo y manipulador, no me extraña que me hayas atrapado tan rápido.

-en mi defensa, sos fácil de atrapar.

Vegas dejo lo que hacía y se le acerco lentamente, su brazo envolvió la pequeña cintura pegándolo a él. Pete lo miro fijamente, sus ojos brillando por el mar de promesas que la mirada ajena le transmitían.

-no te confundas bebe, si fui fácil, es porque sos vos, llevo una vida sin pegarme a nadie, no suelo buscar nada serio, no pido perdón y no doy palabras de cariño. Mi vida era solo sexual antes de conocerte, conocerte en serio quiero decir. Que me haya enamorado fue por quien sos vos, como sos y lo que me generas, no puede hacerlo cualquiera.

Pete lo observo fijamente, el sentimiento que había estado creciendo en su interior parecía dominarlo. Quería aceptar esos sentimientos del castaño, devolvérselos y dejarle ver lo importante que era para él. Antes de que pudiera responderle un gemido llego a ambos, Pete se separó viendo hacia su rehén, esta poco a poco estaba recuperando el conocimiento. Apartándose de Vegas se acercó a la pared cercana y la observo, expectante.

-Vegas...- una mirada de este, una señal hacia la chica y el castaño lo había comprendido.

-Mmm- la chica se removió antes de abrir sus ojos, miro el lugar viéndose perdida y luego volvió a removerse- ¿Qué demonios...?- su vista fue de uno a otro hasta detenerse en Pete- vos, ¿Me tendiste una trampa bonita? Eso no se hace.

-parece ser...- comenzó a decir al tiempo que se cruzaba de brazos- que no te altera tu situación actual, que raro.

-¿Raro? Con el hermano que tengo nada de esto es raro- frunció el ceño antes de ver a Vegas- está claro que ustedes tienen cosas que arreglar con él, no sé qué esperan obtener de mí, pero dudo que lo consigan- su mirada volvió a Pete- que lastima bonita, pudimos haber tenido un buen rato juntas.