Parte 9: Haciendo el trabajo sucio

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Vegas estaba tomándolo, nuevamente, tan duro como siempre, tal salvaje como le gustaba, no basto con llenar su interior una vez, ni dos, fueron más de cuatro antes de que se desplomara sobre él.

-estoy... agotado...- suspiro regalándole una sonrisa- me dejaste sin fuerzas bebe.

-¿Tan rápido? Dijiste que esta vez lograríamos superar las cuatro- lo hizo girar quedando sobre el castaño, aun llevaba la vincha con adornos, su vestido de Maid estaba despedazado por él suelo, no sobrevivió después de la segunda ronda- qué decepción.

-¿Decepción? ¡Bebe!- se apoyó sobre sus codos para alzarse un poco- fueron cuatro veces ¡Cuatro! ¿Crees que es la media en las parejas?

-yo estuve al mando dos de esas cuatro, no es como si hubieras hecho todo- viendo de lado se cruzó de brazos, el castaño gimió mientras se levantaba hasta quedar sentado en el colchón, Pete se movió con él casi cayéndose, la mano contraria tomo su mentón obligándolo a verlo- ¿Qué haces?

-¿Qué está pasando? Últimamente te noto algo... gruñón ¿Hay algo que quieras decirme?

-estoy cansado- suspiro, haciendo un puchero.

-entonces vamos a dormir un rato.

-¡No! Estoy cansado de estar acá. Esto es... divertido y todo, pero ya extraño mi vida- La mirada de determinación que le dio aceleró el corazón del castaño, temía por ello- ya paso más de una semana ¿Por qué no puedo volver a trabajar?

-no es que no podes bobo- la sonrisa en su rostro era nerviosa, Pete lo noto- solo... son unas vacaciones, unas largas.

-bueno, ya no las quiero, quiero volver. Voy a hablar con Kinn y...

- ya lo hiciste- lo corto- dijo que esperaras su llamada ¿Te acordas?

Pete lo observo fijamente, había algo raro sobretodo eso. Hacia dos días había hablado con su jefe preguntándole cuanto tiempo quedaba para volver, este lo dio vueltas y no confirmo nada, pero trato de hacerle ver lo bueno que era estar descansando. Vegas parecía de alguna forma estar de acuerdo con su primo, cosa que lo confundía aún más. Que Porsche no le responda las llamadas y solo le escriba mensajes aislados lo confundía. Algo pasaba, lo presentía.

-tranquilo, nadie sufre por tener vacaciones.

-no es eso, solo...- bajo la mirada sintiéndose deprimido, su mente estaba volviéndose caótica con el paso de los días.

-¿Solo que bonito? Decime- Pete lo vio y casi le parte el corazón su expresión- podes decirme lo que sea, lo sabes- acaricio su brazo con dulzura dándole ánimos.

-siento que ya no soy útil, no soy... nada. Estoy acá, casi que viviendo de vos y tu familia, pasando el día sin hacer nada, perdiendo el tiempo con tu hermano o haciéndolo con vos. Esto no es vida para mí.

Vegas trago nervioso, una parte suya, una egoísta, había deseado que el pelinegro se acostumbre a esa rutina y deseara no volver. No quería verlo en peligro, no quería tenerlo lejos, estaba sintiendo idílica su vida últimamente, pero parecía que era el único en sentirlo.

-lo siento amor, yo...- su teléfono sonó y por un momento pensó en no responder, pero entonces recordó el llamado que estaba esperando- dame un segundo- Pete alzo sus hombros dejándole ver que le daba igual y luego se apartó, Vegas respondió la llamada viéndolo de lado, estaba triste por eso- ¿Si? Vegas habla. ¿Ya está listo?-vio a Pete levantarse y buscar la ropa interior en el suelo- yo... voy ahora, claro, gracias. – dejo el teléfono y se levantó de prisa- debo salir un momento.

-¿Puedo ir?- las palabras lo hicieron detenerse, observo a Pete de lado, este lo veía expectante- ¿Puedo acompañarte?

-no... es buena idea eso.

Guardaespaldas pervertido (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora