Amber Y Nelly

- AMBER - 1

Primer encuentro.

5 años de edad.

Miró hacia el cielo sin poder mirar el color azul, solo veo blanco y siento dolor en los ojos.

Me tapo los ojos con las manos al sentir esa sensación fea que me dejó la luz y los froto para poder ver bien.

- Como te decía, creo que este calor está superando al de otros días - escucho a alguien decir - Debe ser por...

No entiendo de que hablan los adultos, nunca lo hago, pero si entiendo que el calor me hace tener sed.

- Agua...

Sed, tengo mucha sed y quiero pedir agua, pero, nadie me ha escuchado desde que llegamos aquí.

- ¿Qué sucede? ¿Necesitas algo?

Siento que algo corre por mis mejillas, me siento sucia y pegajosa. No me gusta estar afuera, no me gusta el mar, me da miedo y me hace sentir mal.

- ¿Qué tienes?

Volteo hacia mi hermano mayor, Luis, el único que me hace preguntas.

- ¿Te sientes mal? - pregunta.

Sonrío al verlo. Sus mejillas rojas lo hacen ver como el payaso que hubo en nuestra fiesta de cumpleaños, es gracioso.

- Agua - susurro.

- ¿Quieres agua? - pregunta.

Asiento con energía.

Luis sonríe en respuesta y me señala con el dedo que lo acompañé a dentro, lejos del mar y la piscina.

Tomo su mano y dejo que me lleve a buscar agua.

Tenemos que ser silenciosos para no molestar a papá, porque nos ha dicho muchas veces que no lo interrumpamos mientras habla con los señores con los que se encuentra.

- ¿Puede darnos una botella de agua? - Luis le pregunta a un hombre - Por favor.

El hombre asiente y nos pide que esperemos.

- Espera un poco - Luis me pide - Traerán agua fresca y te sentirás mejor.

Asiento de nuevo y espero con calma a que el hombre nos dé el agua que tanto quiero.

- Aquí tienen - el hombre regresa dándole la botella a Luis - ¿Necesitas ayuda para abrirla?

Luis me suelta la mano mientras intenta abrir la botella.

- Sí... creo que necesito ayuda - Luis no puede hacerlo.

Creo que no es tan fuerte como su superhéroe favorito, le falta crecer un poco más.

- La tomaré un segundo - el hombre le quita la botella y la abre - Aquí tienes.

Luis toma la botella y me la da pidiéndome que tenga cuidado y no la derrame sobre mí.

A papá no le gusta verme sucia, si derramó agua sobre mí, va a regañarme.

- ¿Dónde están sus padres, pequeños? - el hombre pregunta mientras pongo la botella en mi boca.

El agua está fresca y me hace sentir mejor. Mi estómago se siente feliz.

- Nuestros padres están afuera - Luis habla con el hombre - Los estoy viendo desde aquí.

El hombre le dice algo, pero dejó de entenderlo.

No puedo entender mucho a las personas de este lugar. Luis dijo algo de que hablan un idioma diferente, pero no lo entendí completamente, solo sé que puedo entender unas frases, pero casi todo suena raro.