Amber Y Nelly

- NELLY - 10

Salgo de edificio corriendo, como si algo muy malo viniera detrás de mí, pero solo estoy siguiendo la orden de la mujer que atacó mis labios y acerco su cuerpo al mío hace unos minutos.

- Abogada, Taylor...

Escucho a personas querer hablar conmigo, pero los ignoro por completo, mi objetivo es llegar a casa, pero primero debo encontrar a mi chófer para hacerlo.

- Seño...

- Vámonos - ordeno antes de ser saludada - A casa, rápido.

El chófer entiende que necesito irme y no hace más ruido, se concentra en manejar, pero por la hora que es, no es difícil cruzar la ciudad sin quedarnos atorados en el tráfico.

- Mierda... - miro mi celular para saber si soy contactada por Amber.

¿Escuché bien? ¿Me ordeno ir a casa? ¿Pero, para qué?

Suspiro cerrando los ojos para repasar una y otra la escena de todo lo que sucedió.

Desde el beso, las caricias, sus manos y las mías deslizándose por nuestros cuerpos y como estábamos dispuestas hacerlo sobre la mesa.

- Carajo...

Cubro mis ojos al recordar que pare todo de repente.

La tenía ahí, completamente para mí, pero un pensamiento intrusivo se apoderó de mis ganas y detuve todo antes de ir más lejos.

- Carajo.

Estoy arrepentida.

El tiempo transcurre lentamente, pero logro llegar a casa y soy recibida por mi ama de llaves.

- Señora, no sabía que vendría temprano, ¿quiere que preparé algo de comer? - pregunta.

- Dame un momento - le pido - Debo hacer una llamada.

Busco el número de Amber y no dudo en llamarla, ella dijo que le avisara en cuanto llegara.

- Hola - responde.

- Hola... Aún no entiendo lo que sucede, pero ya estoy en mi casa - le aviso.

- Bien, ¿tienes oficina en tu casa? - pregunta repentinamente.

- Sí, ¿por eso me mandaste? ¿Quieres venir aquí?

¿Quiere hablar sobre lo sucedido? ¿Por qué no hacerlo donde ya estábamos?

- No ahora - responde quitándome la idea - Pero si necesito sentir que estoy ahí.

- ¿Qué?

- Ve a tu oficina y asegúrate de estar sola - ordena con mucha seriedad.

¿Qué pretende? Aún no lo entiendo.

- Eh... Ok...

Bajo el celular y le hablo a mi ama de llaves para decirle que no preparé comida, que estaré trabajando en mi oficina.

- Sí, señora.

Después voy a dónde me ordenaron, cerrando la puerta con seguro para estar a solas.

- Estoy en mi oficina, sola - regreso a la llamada - ¿Ya puedes decirme que es lo que sucede?

- Enciende tu computadora - me da otra piden.

- ¿Eh?

- Hazlo.

- Está bien - me limito hacerlo aunque todo sea extraño - Ya lo está.

- Bien, colgaré y te llamaré por videollamada - avisa - Por favor, responde.

La llamada es cortada y poco después, cuando ya estoy sentada frente a la pantalla del computador, la videollamada de Amber llega.