juro solemnemente que mis intenciones no son buenas

capitulo 1: la llegada.

El clima se siente más frío de lo normal, siento mis manos temblar mientras aprieto una contra la otra para minimizar el desorden, me preguntó una y otra vez si mi vida en algún momento va a mejorar o si este cambio podría marcar una mejora, me encuentro en un tren en camino a Londres.

Tengo 13 años y podría decir que hasta ahora mi vida no ah Sido precisamente la mejor, tuve que vivir con la muerte de mi madre, a la cual mataron por una supuesta traición, nunca entendí del todo eso, la tía Louise decía que mi madre y su sed por la supremacía de la sangre pura la llevaron a tomar malos pasos.

Me dirijo a Hogwarts ya que  mi tía Louise acaba de fallecer y no puedo vivir más en Francia por lo que tendré que cambiarme a un colegio más cercano a Londres,dónde mi tía Louise tenía una buena amiga llamada Molly Prewett, la cuál al parecer se hará cargo de mi.

Hace unos cuantos días me enteré de todo lo que mi madre hizo, gracias a una seguidora de mi abuelo a la cual nunca le agrade ya que decía que mi padre era un traidor de sangre. Al parecer en la juventud mi madre se enamoro de un tal James Potter, el cuál al igual que mi madre está muerto, por lo que me conto el hombre no le correspondió a mamá porque el estaba enamorado de una mujer nacida de muggles, con la cual tuvo un hijo, al cuál al parecer lo encontraré en esta escuela, es 1991, y por lo que se es el primer año de aquel niño. Realmente no se que esperar o que pensar, no puedo solo llegar y decir "hola soy tu media hermana, resultado de una aventura entre tu padre y mi madre".

No estoy segura de que esto sea lo mejor, pero espero que almenos todo cambie.

Mi nombre es Allison  Grindelwald, así es, soy nieta del gran mago tenebroso Gellert Grindelwald.

Lo cual ha hecho que mi vida se base en constantes burlas y comentarios diciendo que terminaré siendo igual que mi abuelo y podría terminar en Azkaban. Ni siquiera lo conozco, pero la tía Louis me dijo que si alguna vez lograba escapar (cosa que ya había logrado) que corriera lo más lejos posible, ya que no dudaría en lavarme el cerebro y usarme  como seguidora, lo cual honestamente no creo que pase, por lo que se el hombre ya es muy mayor.

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En el momento en el que siento el tren frenar de golpe me bajo lo más rápido que puedo, buscaba a una mujer pelirroja y un tanto regordeta.

Hasta que logró ubicar a aquella mujer.

Me acerco tímidamente y me animo a preguntar —¿buen día disculpe Usted es Molly Prewett?

Ella volteo inmediatamente cambiando su semblante serio a una gran sonrisa—Así es linda, ¿Tu eres Allison cierto?.

Asentí inmediatamente.

—Doroty me ah  mandado una carta diciéndome lo de Louise, no sabes cuánto lo siento.

Yo solo asentí en modo de agradecimiento.

—bien llevemos tus cosas cariño, es hora de ir a casa.

—disculpe señora Prewett.

—Molly linda llámame Molly, o señora Wesley, Prewett es mi apellido de soltera.

—claro lo siento, amm traigo un poco de dinero para pagar mi estadía con ustedes.

Ella me miró de una forma indecifrable por un momento —guarda eso linda, yo hice un trato hace muchos años con Louise, que si ella llegaba a faltar yo me haría cargo de ti.

Sentí mi estómago dando un vuelco y agrande mi sonrisa en señal de agradecimiento, talvez todo sería diferente a partir de ahora .

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Al llegar al hogar de los Weasley, me di cuenta que era una casa pequeña, pero a su vez muy acogedora, el aire era cálido y muy hogareño, era como si por primera vez me sintiera en casa.

Era muy diferente a la grande e imponente mansión Grindelwald.

Me acerque a un bonito cuadro donde se veía a la señora Molly con el que parecía ser su esposo y varios niños, en total conté siete.

La señora Weasley se acercó a mi cuando vio que apreciaba aquel cuadro.

Son mis hijos —dijo señalando aquella fotografía donde todos se veían muy felices—el mayor es Billy después de el sigue Charly, Percy, Fred y George   son gemelos como puedes apreciar—dijo mientras me dió una sonrisa y yo miraba atentamente —el es Ron y por último mi única hija Ginebra pero la llamamos Giny.

Todos parecían muy felices realmente, se veía que eran una familia muy unida, sentí mi corazón acelerarse al pensar que no sería bien recibida.

—Talvez Fred y George puedan ayudarte en tus primero días, ellos tienen tu edad, en abril cumplirán 14 años—dijo la señora Weasley, mientras sacaba algunos platos de la alacena.

— yo asentí agradecida— me vendría muy bien, señora Weasley gracias.

Todos comenzaron a bajar y me miraron de una forma un poco extraña.

Chicos ella es la niña  que les dije que vendría, se quedará con nosotros—comento a todos—bien les presento a Allison.

Todos me saludaron al unisono, y se presentaron uno por uno.

Bien siéntense a desayunar— yo me senté en un extremo de la mesa junto a Ginny, debo admitir que su nombre era el único que recordaba, aunque me acababan de mencionar todo los demás nombres.

Dormirás en la habitación de Ginny, es bastante espaciosa y hay espacio de sobra—me dijo la señora Weasley.

Muchas gracias señora Weasley—dije aún con timidez.

Al subir los gemelos me detuvieron inmediatamente, me bombardearon de preguntas y comentarios que honestamente me hicieron reir.

¿Y siempre has tenido el cabello así o te lo tiñes?—me pregunto el gemelo de la izquierda.

—Oh amm siempre ah Sido así en realidad.... Es la marca de mi familia.

—no nos dijiste tu apellido —dijeron al unisono.

Yo acaricie mi brazo tímidamente, suponiendo que me juzgarian cuando se los dijera, así que dude por un momento en decirselo, en mi mente pasaron todos los recuerdos de cuando me molestaban  y me hacían sentir mal por mi familia.

—yooo...—tartamude inmediatamente.

Evidentemente notaron mi incomodidad y mi cambio de actitud porque su cara cambio a una de sorpresa.

Suspire profundamente — es Grindelwald.

Ambos se quedaron pasmados, mientras yo me sentía cada vez más avergonzada.

Ellos no supieron que decir.

—La familia no se escoje no lo Cres Georgie.

Al darme cuenta que no me juzgarian por eso sonreí de nuevo, otravez me sentí bien, era una sensación que hacía mucho tiempo que no sentía.