Un mundo con dragones y un tuerto loco[Lucemond]

Capitulo 4: Mi hermoso chico

Este capítulo contiene contenido +18.
Esta es la primera vez que escribo contenido +18, por lo que pido que no me juzguen 😔.

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El sol brillaba en lo alto mientras los maestres aseguraban que su herida en la mano se estaba curando rápidamente. Habían hecho todo lo posible para acelerar su sanación, conscientes de que su matrimonio con el príncipe loco estaba pendiente y necesitaban que estuviera en perfectas condiciones.

Sin embargo, Lucerys tenía otros planes en mente. Sabía que esta herida era su única oportunidad para evitar consumar el matrimonio con Aemond.
Lucerys decidió aprovecharse de su estado y fingir que el dolor persistía, alegando que ninguna poción lograba calmar sus dolencias.

Los maestres, preocupados por su bienestar, recomendaron que Lucerys durmiera solo para favorecer su pronta recuperación. Aemond, por su parte, se mantuvo alejado para no agobiar a su omega y permitirle descansar. Siguiendo las recomendaciones, ambos dormían en habitaciones separadas en el castillo.

Pero en realidad, el alfa no podía evitar quedarse durante largas horas de la noche esperando a que Lucerys se durmiera o simplemente observando a su omega mientras dormía plácidamente. Aemond había notado que su presencia causaba tensión en Lucerys, y quería evitarle cualquier tipo de molestia. así que decidió  mantenerse en silencio y apenas respirar, tratando de no perturbarlo.

Sin embargo, Lucerys no podía evitar sentirse incómodo por la presencia de Aemond, incluso en las noches en las que aparentemente dormía tranquilo. Sabía que Aemond tenía deseos de consumar su matrimonio lo más pronto posible, y eso era algo que él no estaba dispuesto a aceptar.

Cada vez que Aemond se acercaba a él, Lucerys se tensaba y su herida en la mano parecía dolerle más intensamente. Parecía como si su cuerpo estuviera en sintonía con sus sentimientos, rechazando cualquier contacto íntimo con el príncipe loco.

Los maestres, sin embargo, no entendían la razón detrás de la persistente dolencia de Lucerys. Para ellos, era simplemente una cuestión de tiempo para que su mano sanara por completo. No sospechaban que era una artimaña del omega para retrasar lo inevitable.

Lucerys sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a Aemond, pero por el momento, prefería disfrutar de la falsa sensación de seguridad que le brindaba al estar solo. Así podía soñar con un futuro en el que no estuviera atrapado en un matrimonio no deseado.

Aemond, por su parte, lidiaba con una mezcla de frustración y deseo. Estaba perdidamente obsesionado y no partiría que su omega continuará rechazandolo de manera tan persistente. Aemond tenía claro que sus deseos estaba sobre las decisiones Lucerys y no continuaría siendo paciente. Aemond anhelaba el día en que Lucerys finalmente recuperara por completo su mano y tomar a Lucerys.

Así continuaron pasando las noches, con Lucerys fingiendo dolor y Aemond guardando silencio, esperando pacientemente el momento en que su omega estuviera listo para dar un paso para tomar lo que le "pertenecía". Mientras tanto, los maestres continuaban tratando de acelerar la sanación de la mano de Lucerys, sin sospechar las verdaderas razones detrás de su persistente dolencia.

Al levantarse la tina estaba preparada junto con su típica visitamete elegante verde junto con lujoso anillos y collares,que al parecer Aemond ordenaba que Lucerys usara toda esa joyería para verse más delicado,Lucerys detestaba el color verde y deseaba usar su ropa habitual sus Jeans y su camisetas con estampados de sus bandas favoritas,o mínimo vestirse con ropa oscuras.

El Strong no era bañado o vestido por las sirvientas porque Aemond era demasiado posesivo para que otras manos tocaran lo que le "pertenecía" aunque si debía permitir que el maestre examinará a Lucerys.