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Andrea's POV
Habían pasado casi dos meses desde que bloqueé a Samy en todas las redes sociales. Se podría decir que nuestros fans ya habían notado que nuestra relación, fuese cual fuese, había acabado mal.
Y realmente no puedo ni llamarlo relación. Sólo nos acostábamos y actuábamos como pareja, aunque visto está que sólo para mí significaba algo.
Me encontraba en el estudio de mi casa de Argentina, había estado componiendo una canción nueva a raíz de "mi ruptura", aunque no estaba segura del todo.
Estaba tan concentrada que ni me di cuenta de que Carre y Spreen estaban en la puerta de mi estudio, el último mencionado tiene copia de mis llaves ya que siempre que viajo cuida mi casa.
- ¿Qué haces? -preguntó Carre, sentándose a mi lado.
Mientras, Iván se puso a ojear la hoja con la letra de la canción que estaba componiendo.
- Boluda me vas a hacer llorar cuando saques la canción -dijo pasándole la hoja a Carre.
- Y no sólo a él, a Rivers también -me miró.
- Basta chicos, ustedes saben que no me creo la pelotudez de que ella me extraña.
- ¿Y por qué nos mentiría Juan? -contestó- Él dijo que Rivers se lo contó a Ari y Ama, y Ari a él.
- Juan estaba en pedo cuando nos contó, no me creo nada -dije quitándoles el papel.
- Bueno, entendemos que no quieras hablar del tema, igual veníamos a darte otra noticia -dijo emocionado.
Ambos chicos se daban miradas cómplices y me asustaban. Estaban realmente emocionados.
- ¿Vos sabes que Mayichi se quedó sin contrincante en la velada? -asentí- ¿Y sabes que Ibai estaba buscando un reemplazo? -volví a asentir.
Los argentinos rieron y yo empecé a entender todo.
- ¿Qué hicieron chicos? -dije asustada.
- Puede que recibas una llamada de Ibai en unos... -miró el celular- tres minutos, para negociar tu participación en la Velada como Elegida.
- ¿QUÉ HICIERON QUÉ? -grité.
- Dale Andrea no te pongas así, si querías ser invitada de la Velada desde hace un año.
- ¡Obvio! Pero antes de que fuera Sam a pelear, no ahora -dije estresada.
Y empezó a sonar mi celular. Ibai.
- Quédense acá, yo les juro que les mato cuando vuelva -les dije yéndome a otra sala.
Una vez sola, atendí, con el corazón en la garganta de los nervios.
- Hola Ibai, ¿cómo andas? -comencé.
- ¡Andrea! No te vas a creer lo guay que me pareció que Spreen y Carre me dijeron que estabas interesada. Nos lo contaron y es que a mi equipo y a mí nos pareces la opción perfecta.
- Bueno yo tengo que admitir que no estaba enterada de tu conversación con los chicos, pero... -suspiré- igual si estoy re interesada.
- ¡Menos mal! Te comento un poco lo que habíamos pensado. Queremos que por ahora sea secreto, tu entrenador sería Ronny al igual que Riversgg, pero tendríais horas diferentes para no coincidir, así sigue siendo secreto. De ahí viene lo de llamarte La Elegida.¿Qué te parece la idea?
- Es genial, muchas gracias por la oportunidad Ibai. ¿Cuándo empezaría a entrenar?
- La semana que viene sería el primer entrenamiento, hoy mismo te paso la ubicación, los horarios y el contacto de Ronny. Ahora te dejo que me necesitan para temas de la música, gracias otra vez Andrea.
Ibai colgó y me costaba asimilar que finalmente había aceptado a ser La Elegida de la Velada III.
- ¿Y bien? ¿Qué decidiste? -entraron a la habitación.
- No pueden decirlo, pero están frente a la Elegida de la Velada -les sonreí.
Ambos me felicitaron muy contentos, realmente adoraba a estos chicos.
Decidimos prender stream en el canal de Spreen desde mi casa, para pasar el rato.
- Andrea por el chat preguntan si tenés pensado sacar próximamente música -me mira sonriente Iván.
- Les adelanto que sí -gritó Carre.
- ¡Rodrigo, era sorpresa! -me reí- Pero bueno sí chicos, sacaré pronto una canción en la que estuve trabajando estos últimos meses -sonreí.
- La muy hija de su madre les va a hacer llorar, les aviso -dijo Carre.
Los tres nos reímos y estuvimos una hora más hablando con el chat. Después, ambos se fueron y yo cené algo rápido.
Me llegó una notificación al celular y vi que era un mensaje de Ronny, explicándome horarios y entrenamiento.
Le agradecí los mensajes mientras me preparaba para dormir. Dejé el celular cargando y me fui a acostar.
Iban a ser unos meses duros, no sólo por el entrenamiento, sino que por alguna forma u otra volvería a ver a Samantha, y no sabía si estaba preparada.
