Capítulo 10.

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Adam apretó la mano de Nigel con tanta fuerza que le hizo daño, pero Nigel no se quejó en lo más mínimo. Estaba igual de nervioso que su esposo, esperando a que el doctor le terminara de poner a Adam ese gel en la panza para hacerle una ecografía.

-Nigel, no recuerdo si pusimos el mapache de juguete de Venus en su bolso. ¿Lo hicimos? Ella adora ese juguete, lo necesita cuando sale de casa…

-Tranquilo, precioso, lo pusimos y le dije a Darko que se lo pusiera en la cuna ni bien la acuesten. No te preocupes que él y Ozana la cuidarán muy bien.

-Lo sé, pero…

-Bueno, señor Raki, ya puede mirar si quiere. No tenga miedo, todo en su embarazo está marchando muy bien, ¿sabe?- lo interrumpió el doctor con suavidad, acostumbrado a padres nerviosos por su primer embarazo.- Esta ecografía es solo de rutina, y además ya podremos saber el sexo del bebé. ¿Eso no le alegra?

Adam asintió, tragando saliva, aunque en ningún momento soltó la mano de Nigel o miró al médico a los ojos. Toda su atención se concentró en aquel monitor y en el bultito oscuro que se supone era su hijo, al cual pronto pudo escucharle los latidos. En ese momento sus labios se estiraron en una gran y enorme sonrisa, la primera desde su llegada al consultorio.

-¿Lo oíste, Nigel? ¡Es su corazón!

-Lo oí- contestó el rumano con la voz quebrada, orgulloso de saber que ese pequeño latido era una vida que él y Adam habían creado. El doctor les sonrió y les explicó algunas cosas sobre el estado del bebé, que era muy bueno, y luego fue directo a lo que a ellos más les interesaba.

-Es una curiosidad natural para muchos padres el saber el sexo de su bebé lo más pronto posible. Así que déjenme decirles que esperan ustedes un saludable niño. ¡Felicidades!

¡Un niño! Ambos esposos se miraron fascinados por la noticia, y luego volvieron a mirar el monitor, tratando de distinguir la silueta de su hijito. Tan pequeño pero tan vivo como ellos, creciendo despacio para dentro de unos meses poder nacer y estar en sus brazos.

Nigel condujo hasta la casa de Darko henchido de felicidad, observando la panza de Adam de reojo cada vez que podía. Estaba más que feliz con su princesa Venus, claro, pero la idea de ser papá también de un niño lo hacía sentir extasiado. Un pequeño Nigel a quien educar, a quien darle una mejor vida de la que él había tenido de niño, un hijito que quizás tendría los bellos ojos azules de Adam o sus hermosos rizos oscuros. Adam por su parte no cesaba de pensar en si su pequeño se sentiría orgulloso de él, si sería feliz como él lo era en ese momento, sabiendo que en unos meses podría abrazarlo y llenarlo de besos. Ambos esposos recogieron a Venus de casa de los Andrei sin hablar demasiado y luego retornaron a su propio hogar, abrazándose en plena sala sin más deseo que el de sentirse unidos. Adam lloró, lágrimas alegres y puras, y Nigel lloró también pero por última vez, porque no tenía ningún motivo para llorar si no todo lo contrario. 

-Tendremos un hijo y una hija- le murmuró a Adam, jugando con su cabello y comenzando a sentir un cosquilleo en todo el cuerpo.- Es la cosa más perfecta que nos podría haber pasado así que, ¡ánimo! Seca esas lágrimas y sonríe, mi estrella, que nos esperan los mejores meses de nuestras vidas.

-¿Lo crees, Nigel? ¿Crees que podremos hacerlo bien con ambos, a pesar de que apenas tenemos experiencia en cuanto a paternar?

-Lo creo, sí. Estoy seguro que podremos.

-Apenas estábamos acostumbrándonos a Venus. Tener ahora a un recién nacido y una niña de un año y media será muy difícil…

-Podremos, Adam.

-Yo ni siquiera podré trabajar por un tiempo, eso significa que tendrás que trabajar todavía más duro en el club para ganar dinero que nos permita mantener a ambos…

-Podré. 

-Pero también…

-Adam- le dijo, apoyándole un dedo sobre los labios y haciéndolo sonrojar en el proceso.- Si digo que podremos es porque podremos, precioso. No tengas miedos ni dudas. Tú y yo seremos los mejores padres que unos niños podrían tener.

Adam respiró hondo y se dejó caer sobre el pecho de Nigel, enlazando su cintura como siempre que quería mimos y sonriendo a la vez. Su sonrisa era hermosa y llenaba de vigor al rumano, quien de no ser por el repentino llanto de Venus lo habría guiado al cuarto para llenarlo también, pero de otra cosa.

-Creo que sabe que estamos otra vez en casa y quiere comer. ¿Preparas tú la leche?

-Mientras tú la acunas y tratas que esté tranquila. 

Tal vez fuera demasiado pronto para cantar victoria, pero ambos esposos retomaron sus tareas con muy buen ánimo con respecto a su futuro inmediato. Sí, tendrían que hacer muchos ajustes de horarios, contratar a una niñera para cuando hiciera falta, llevar un calendario estricto de visitas al pediatra para las vacunas infantiles de Venus y otras visitas a la obstetra para cuidar que el embarazo siguiera por buen camino…

"Pero, al fin y al cabo, lo haremos juntos y es todo lo que cuenta", pensó Adam mientras verificaba que la leche estuviera a la temperatura adecuada para su hija. "Además Nigel cree que podremos hacerlo, y él jamás me ha mentido. Así que no tengo motivos para sufrir más de la cuenta, ¿verdad?".

-Precioso, espera, espera un momento. Venus me ha vomitado encima, y por el color de esta mierda…

-Amor, amor. El lenguaje.

-Perdón. Por el color de esto diría que es solo bilis, pero déjame quitarme la camisa antes de alimentarla. Ni modo que le dé de comer apestando a leche vieja- se quejó Nigel con un tono tan cómico, tan suyo, que Adam no pudo si no reír mientras tomaba a su hija para limpiarle la boca en lo que él se quitaba la camisa manchada. Nigel amaba oírlo reír, esos eran los momentos en los que más lo veía disfrutar de la vida, así que se quitó rápidamente su camisa favorita (la de perros salchicha, que venía usando desde sus tiempos de soltero y ya estaba bastante maltrecha por cierto) y la arrojó al cesto de ropa sucia. Luego regresó a la cocina a ayudar a su esposo, o mejor dicho, a cumplir con sus deberes de padre.

Ambos daban lo mejor de sí. Y seguirían haciéndolo por todo el tiempo que les quedara por vivir.

HEU Mpreg Set: Doble PaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora