Melodía de sueños imposibles

Mundos diferentes

-Brooke narra-

Pasaron las semanas, y traté de mantener mi promesa de olvidar a Eddie. Me sumergí en mis responsabilidades y en cuidar de Emily, manteniendo mi mente ocupada para evitar pensar en él. A pesar de mi determinación, había momentos en los que su imagen se colaba en mis pensamientos, y sentía un anhelo que no podía negar.

Un día, mientras esperaba a Emily fuera de la escuela, vi a un niño con ella. Al parecer, ese era su amigo. Lo observé con aprecio, a pesar de mis propias advertencias a mi hermana de no acercarse a personas como él. Sin embargo, verla tan feliz me reconfortó.

De repente, escuché una voz que reconocería en cualquier parte.

Eddie: ¡Christopher!

Mi corazón dio un vuelco. Era él. Volví la mirada y lo vi, acompañando a mi hermana. Mi garganta se apretó, y sentí una mezcla de emociones. Intenté apartar la mirada, pero entonces escuché mi nombre.

Eddie: Brooke...

Nuestros ojos se encontraron, y el tiempo pareció detenerse. Mis emociones estaban en conflicto. Quería hablarle, decirle tantas cosas que habían estado atascadas en mi mente. Pero los guardaespaldas cerca de mí me recordaban la realidad de mi situación.

Le hice una señal, un gesto imperceptible para que se mantuviera a distancia. Él miró a su alrededor y pareció comprender. Sin decir una palabra, se dio media vuelta y tomó a Christopher para irse.

Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas mientras los veía alejarse. No podía evitar sentir un nudo en mi corazón al verlo marchar sin poder siquiera decirle hola. En ese momento, la lucha interna entre lo que debía hacer y lo que deseaba se volvió más intensa que nunca.

Emily: ¿Estas bien?.

Limpie mis lagrimas, no iba dejar que mi hermana me viera llorar por primera vez.

Brooke: Tranquila, estoy bien.

Emily: De acuerdo.

Emily no le dio importancia, me di media vuelta, tome de las manos a emily y nos dirigimos al auto. Mientras caminábamos hacia el auto, me di cuenta de que el destino parecía empeñado en cruzar nuestros caminos una y otra vez. A pesar de mis esfuerzos por mantenerme alejada, algo en mí deseaba que nuestras historias se entrelazaran de nuevo. Sin embargo, sabía que había obstáculos que debía enfrentar y superar si alguna vez quería descubrir lo que el futuro tenía reservado para nosotros.