Brooke narra-
El Día de Padres había llegado a la escuela de Emily, pero mi padre no estaba presente. Él había partido en un viaje de negocios y su ausencia solo dejaba un vacío en nuestros corazones. Emily expresó su desilusión, dejando en claro que estaba cansada de sus excusas y prioridades. No podía culparla por sentirse así, ya que yo también compartía su frustración y dolor.
Emily: Él no vendrá, ¿verdad?
Brooke: Lo lamento mucho, Emily, pero papá está muy ocupado.
Emily: Siempre lo está. (suspiro)
Brooke: ¿Qué te parece si hoy faltas a la escuela?
Emily: Pero dirán que no vine porque no tengo una mamá y mi papá es un completo idiota.
Brooke: Entonces, vamos juntas.
Emily: Pero tú no eres mamá.
Brooke: ¿Y eso importa?
En el fondo de mi corazón, sabía que tenía que estar allí para Emily. Mi madre ya no estaba con nosotras, y mi padre estaba ausente. Yo era lo único que Emily tenía, y estaba dispuesta a protegerla y cuidarla a toda costa. No permitiría que sufriera como yo lo hice.
Tomé su mano en la mía sin decir una palabra y atravesé a los guardias de seguridad que mi padre había dejado para vigilarnos. No me importaba si nos seguían o no. Lo único que importaba era que mi hermana tuviera un día especial en el Día de Padres. No era una madre ni un padre, pero era su hermana mayor, y haría todo lo posible para llenar ese vacío en su corazón.
Llegamos a la escuela, donde los niños estaban felices y emocionados, tomados de la mano de sus padres. Emily y yo éramos una excepción en medio de todas las figuras paternas. Sin embargo, no éramos las únicas. Había alguien más: Christopher, el hijo de Eddie. Me identificaba con él de muchas maneras, compartiendo un sentimiento de pérdida y una lucha por la felicidad.
Emily: Papá no está aquí después de todo.
Brooke: ¿De qué estás hablando?
Emily: Leí tu diario.
Brooke: Ah, eres una mocosa.
Aunque le dije eso, ella tenía razón. Mi padre no estaba aquí, y su ausencia era palpable. Sabía que los guardias le informarían sobre mi presencia en la escuela, pero en ese momento, nada de eso importaba. Caminé hacia Eddie, y él se acercó a mí. Nos abrazamos, como si necesitáramos ese contacto para recordarnos que no estábamos solos en nuestras luchas.
Brooke: No me sueltes, no me dejes ir.
Eddie: No pensaba hacerlo.
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Melodía de sueños imposibles
RomanceUna historia cautivadora se desarrolla en torno a un amor desafiante que se enfrenta a obstáculos insuperables y barreras aparentemente inquebrantables. Eddie y Brooke, dos individuos de mundos completamente opuestos, se esfuerzan por encontrar la f...