Melodía de sueños imposibles

¿Dinero o amor?

El tiempo pasó y Eddie y Brooke continuaron enfrentando desafíos en su búsqueda por estar juntos. Sin embargo, su amor seguía siendo fuerte y su determinación no flaqueaba. Un día, la tragedia golpeó de manera inesperada, poniendo a prueba aún más su relación.

Un devastador tsunami azotó la ciudad, causando caos y destrucción por doquier. Eddie, quien estaba en una misión de rescate como parte de su trabajo como bombero, se encontró atrapado en la zona afectada por la marejada. Mientras intentaba ayudar a los afectados, recibió una noticia que hizo que su corazón se detuviera.

Buck: (corriendo hacia Eddie) Eddie, necesitas ver esto.

Eddie: (preocupado) ¿Qué pasa, Buck?

Buck le mostró una imagen de Christopher, el hijo de Eddie, quien había resultado herido en medio del caos.

Buck: Christopher estaba en la zona impactada por el tsunami. Necesita atención médica urgente.

Eddie sintió un nudo en la garganta y la preocupación llenó sus ojos. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia donde se encontraba su hijo. Al llegar, lo encontró siendo atendido por los equipos de rescate y médicos. Christopher estaba asustado pero consciente.

Eddie: (abrazando a su hijo con cuidado) Christopher, ¿estás bien?

Christopher: (con voz débil) Papá, me duele mucho.

Eddie: Estarás bien, lo prometo. Estoy aquí contigo.

Christopher fue trasladado al hospital para recibir atención médica adecuada. Eddie estaba aliviado de que su hijo estuviera vivo, pero también se enfrentaba a la preocupación de los gastos médicos que se avecinaban. A medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que la situación financiera era complicada.

Mientras tanto, Víctor Gates estaba al tanto de la situación y veía una oportunidad para cumplir su plan de separar a Eddie y Brooke de una vez por todas.

Víctor: (hablando con Eddie) Eddie, he escuchado sobre la situación de tu hijo. Estoy dispuesto a ofrecer mi ayuda económica para cubrir los gastos médicos y cualquier otro costo que puedas enfrentar.

Eddie: (con recelo) No necesitamos su ayuda, señor Gates.

Víctor: Piénsalo bien, Eddie. Puedo proporcionar a tu hijo todo lo que necesita. Y además, podríamos garantizar que nunca vuelvas a cruzar el camino de mi hija.

Eddie: (firme) No aceptaré su dinero ni permitiré que use a mi hijo para separarnos.