Capitulo 13

393 53 17
                                    

La mesa dispuesta en el pabellón detrás del edificio principal tenía una agradable vista. Al menos así lo solía recordar Jiang Cheng, pues muchas veces se reunió aquí a comer con su JieJie y con Wei WuXian cuando eran niños. Lo hacían a escondidas de su madre, degustando la deliciosa sopa de raíces de loto que su JieJie preparaba para ellos luego de una larga tarde de juegos y entrenamientos.

Ahora mismo, este sorprendido líder de la secta demoníaca, rememoraba aquellos agridulces momentos pasados mientras lograba ver algunos de los platillos sobre la mesa. Su vista dañada aún le impedía ver claramente, pero podía distinguir bien cada aroma distintivo de Yunmeng en ellos.

Uno de ellos le había llamado la atención, tenía el aroma característico de la sopa de raíces de loto...

Jiang Cheng trago en seco, sin saber exactamente qué decir.

La mujer que lo acompañaba estaba sentada al frente, esperándolo para que tomara su lugar. Ella no era otra que Rong Yan; usando uno de sus mejores vestidos, maquillaje más llamativo y cada uno de sus gestos desprendía una coquetería hacia quien pretende como su futuro esposo.

Miraba de arriba a abajo al distraído líder de la secta y pensó que definitivamente lo haría suyo. Después de todo, en su clan siempre la han descrito como: "un hada más bella que la luna"; digna de ser compañera de cualquier hombre de la nobleza. Su belleza, su inteligencia y el prestigio que tiene, le daban la suficiente confianza.

—Espero que la comida sea de su gusto, Maestro Jiang. Yo misma me he encargado de prepararlo todo.— la mujer dijo, sin ninguna modestia, mientras agitaba sus pestañas.

Alrededor de este pabellón octogonal, se encontraban rodeados por el apacible lago en tonos esmeraldas que resplandecían como un espejo bajo los intensos rayos del sol. De vez en cuando, se escuchaban las voces lejanas de los discípulos o los sirvientes.

Cualquier conversación entre ellos, el mínimo movimiento, se escucharía perfectamente debido a la remarcada calma del ambiente.

La afirmación de Rong Yan había puesto algo más tenso a Jiang Cheng, debido a su incapacidad para tratar con mujeres desde la muerte de su madre y su Jiejie. A veces se encontró evitándolas descaradamente, pues por aquel tiempo de su juventud, se le había metido en la cabeza la absurda idea de que quedarse cerca de alguna mujer, reemplazaría el lugar de las dos mujeres importantes de su vida, ¡no quería eso!

Pero ahora ha madurado algo. La soledad le pesa y le preocupa que su madre y su Jiejie no puedan tener un descanso si él se queda mucho tiempo sin una esposa.

Rong Yan estaba impaciente al notar la falta de respuesta en aquel líder, así que usó una voz bastante dulce acompañado de un gesto de cortesía:

—Por favor, tome asiento, Maestro Jiang.

El ceño fruncido de Jiang Cheng apareció como respuesta. Continuaba pensando en dónde ha escuchado esa voz antes; se sentó sin demasiadas dificultades considerando que ya ha pasado de ver manchas coloridas y brillantes, a formas con colores.

Casi está recuperando la vista, pero se siente indefenso e ignorante porque no puede reconocer a la mujer que le habla con tanta confianza.

El aroma de la sopa flotó frente a Jiang Cheng, los recuerdos emergían vivazmente conforme más olfateaba.

"Si ella sabe preparar la sopa de mi Jiejie, supongo que no está tan mal" pensó, por vez primera no criticaría el invasor perfume floral de la dama, atentando contra su olfato.

Quizás tenía que empezar a ser menos duro en ésta vida, intentar dejar que otras personas se acerquen a él y comenzar a considerar conseguir una mujer como esposa.

Capturando a la Belleza [ChengXi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora