U N O

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Con el artículo del tabloide, que podría cambiar su vida, agarrado en la mano, Seokjin entró en el estudio de fotografía profesional que ocupaba la mitad del almacén en el centro de San Francisco. Las voces resonaban en el alto techo. Los cables eléctricos se extendían por el suelo de hormigón. El edificio, remodelado con buen gusto, contenía luces, cámaras y una do en de miembros del personal. Un grupo más grande de lo que le gustaría, para la tarea en cuestión.

En serio ¿Cuántas personas se necesitaban para preparar un anuncio de ropa interior? No había hablado con Namjoon desde hacía diez años. Ver a su exnovio sería bastante incómodo. Pero ¿Confrontarlo con audiencia...?

—Perdone señor —una voz femenina interrumpió sus pensamientos—. Usted no debería estar aquí.

Santo Judas. Quienquiera que ella sea, debe ser psíquica.

El absurdo pensamiento trajo un toque de humor a los labios de Seokjin, mientras se movía para enfrentarse a la pequeña y posiblemente clarividente morena, que se acercaba. Con rasgos delicados, ella parecía pesar como máximo unos cuarenta kilos, por lo que la expresión furiosa de su cara parecía cómica y fuera de lugar.

—Tendrá que marcharse —prosiguió ella.

—Estoy aquí para ver a Kim Namjoon.

Eran unas palabras que no había esperado pronunciar nunca, especialmente, después de cómo todo terminó entre ellos.

Su tono no sonaba acogedor. —¿Está esperándole?

—¿Después de este artículo? —Seokjin levantó la portada de la revista—. Supongo que sí.

Pasaron varios segundos antes de que la morena escudriñara los titulares. Su mirada se desplazó, probablemente para mirar la reciente foto de Seokjin. En el mejor de los casos, sus rasgos faciales estaban borrosos, el encuadre se centraba especialmente en su cuerpo mientras se movía, pero parpadeó en reconocimiento.

Su mirada se encontró con la suya. —¿Es usted el Doctor Lee?

—Desafortunadamente, sí —dijo secamente, porque la mayoría de los días le gustaba ser Lee Seokjin, cofundador de la Front Street Clinic.

Una mirada de simpatía apareció en su cara. —Le llevaré con el señor Kim.

Seokjin le dirigió una pequeña sonrisa. Aparentemente, con la humillación pública, se ganó la cooperación de completos extraños, extraños de cuarenta hostiles kilos para ser más exactos.

—Es por aquí. —La morena giró sobre sus talones cubiertos por botas y se dirigió hacia el centro de actividad más alejado del almacén.

Mantuvo el papel firmemente apretado y la siguió. Hacía un mes, el primer artículo había golpeado en las portadas, proclamando que Kim Namjoon, especialista de Hollywood, adorado defensor de pacientes con cáncer y modelo de ropa interior de diseño, no era completamente heterosexual. El público se esforzaba por digerir la noticia de que, una de sus celebridades favoritas había jugado una vez para ambos equipos. O todavía lo hacía, por lo que Seokjin sabía. Nada de eso le había afectado directamente hasta que en el artículo de ayer, incluyeron una foto de su exmujer y otra con su novio de la universidad, Lee Seokjin.

新郎的选择² [ NamJin | JinNam ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora