CAPÍTULO CATORCE

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La habitación de Zee era oscura como el negro y tomó un momento para los ojos de  NuNew ajustarse. Él sabía que estaba cerca de la cama, aunque no podía verla.

El podía sentir la mano de Zee en la suya, y apenas pudo distinguir la silueta pálida de su rostro frente a él.

—Por favor, no creas que fue valiente de mí... —susurró Zee. — ... por pedir un tiempo a solas contigo y llevarte a mi habitación.

NuNew sonrió por el tono nervioso, de su voz formal.
—No me importa.

—Cuatro días. —Zee susurró. —Y pensar que he tenido todo este tiempo. Yo no tenía nada, más allá del tiempo, siglos de años perdidos. Y ahora, cuando quiero aferrarme a él, es quitado de mí.

NuNew pensó que su corazón iba a explotar con sólo las palabras de Zee.

—Nada será quitado de ti. —NuNew susurró a cambio. —Boun dijo que tenemos muchos años. El dijo eso. Así que, a cualquier cosa que nos enfrentemos en cuatro días, vamos a ganar.

Zee hizo una mueca.
—Temo por tu vida. No se detendrán ante nada para recuperar La Llave, Nu. Tu corazón...

NuNew acarició la barbilla de Zee.
—Mi corazón no es de ellos para tomar.
—NuNew susurró. —Pertenece a otra persona.

Los ojos de Zee se cerraron lentamente mientras sonreía. —Como el mío pertenece a ti.

NuNew pellizcó la barbilla de Zee entre el pulgar y el índice, y su boca se abrió un poco. Colmillos blancos brillaron en la oscuridad, y NuNew lentamente, poco a poco, cubrió la boca de Zee con la suya, besándolo.

El beso empezó suave y dulce, con la boca abierta y los ojos cerrados. Pero NuNew necesitaba más. Deslizó su lengua en la boca de Zee y deslizó sus dedos en su pelo, tirando de sus rostros juntos, con fuerza.

La reacción de Zee fue instantánea: un ronroneo llenó la habitación, y NuNew se encontró de espaldas en la cama, sus muslos apartados, con Zee entre ellos, apoyándose en él.

Sus bocas, sus cuerpos no muy emocionantes, pero hubo un fuego en los ojos de Zee.

—No me atrevo a herirte. —Susurró, su voz ronca como una explosión.

—Tú no lo harás. —NuNew dijo, su voz casi un susurro. Él levantó sus caderas de la cama, necesitando, anhelando el contacto, la fricción, algo.

NuNew pasó las manos por los lados de Zee, en la parte baja de su espalda hasta su culo y tiró de sus caderas juntas.

Zee jadeó, pero NuNew se perdió en un deseo que nunca había sentido antes. Enganchó una pierna alrededor del muslo de Zee, un brazo alrededor de la espalda y la otra mano alrededor de la mandíbula y el cuello de Zee, trayendo sus bocas de nuevo juntas.

NuNew estaba tan excitado, tan duro y necesitado que se retorcía y molía sus caderas en Zee. Podía sentir su erección presionando contra la de Zee, incluyendo los pantalones vaqueros haciendo muy poco para ocultar su deseo.

NuNew pasó las manos por la espalda de Zee, en sus hombros y en su pelo, mientras se besaban, lenguas degustando y provocándose. Sin embargo, NuNew todavía quería más.

Él deslizó sus manos entre ellos, rasgando el botón de la bragueta de los pantalones vaqueros a un lado, y cuando pudo abrir el botón de los pantalones vaqueros de Zee, el vampiro se congeló. NuNew esperaba a que él se alejase, pero no lo hizo.

Zee se mantuvo por encima de NuNew, sus rostros sólo a unas pulgadas de distancia, y NuNew abrió lentamente la cremallera de este. NuNew esperaba escuchar que se detuviera, pero no lo hizo.

La llave de Zee (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora