CAPÍTULO VEINTIUNO 1/2

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Debe haber habido cuarenta vampiros resucitados en la Cámara de la Reina, una habitación de no más de dieciocho pies cuadrados. El techo era alto, de unos veinte pies de altura, y cuando el enjambre de vampiros se dio cuenta de que NuNew estaba en la habitación, ellos fueron por las paredes, pasando alto, por arriba y sobre, tratando de obtener un sabor de su sangre fresca.

Aunque el miedo de NuNew, fue por Zee.
Una rociada de flechas vino detrás de él; Boun, Prem, Saint y Bes dispararon simultáneamente y repetidamente. Ellos atacaron a los vampiros que se arrastraban por las paredes en busca del suministro de sangre que anhelaban.

Fue entonces cuando NuNew vio a Zee, parpadeando dentro y fuera de la vista cuando saltó y atravesó corazones con estacas de madera en los vampiros en el suelo.

La habitación no era nada más que polvo en cuestión de segundos. NuNew estaba cubierto de polvo negruzco, y podría probar la ceniza fétida en su lengua. Pero no le importaba. Dio tres pasos largos y echó los brazos alrededor de Zee.

—Jesús. —Murmuró. —Pensé que te tenían. Nunca he estado tan asustado.

Zee se retiró. Estaba sonriendo.
—Yo estoy bien.

NuNew miró atrás para el resto de su equipo, a sabiendas de que, ni aun habiendo disparado una ronda, los dejó para abajo.

—Me quedé inmóvil en eso, lo siento.

Boun palmeó el hombro de NuNew, levantando una nube de polvo.
—Está bien, mi amigo. Lo estás haciendo bien.

—Estos vampiros están muertos de hambre.
—Prem dijo con un silbido.
—¿Qué clase de persona cruel creó a estas criaturas, sólo para verlos perderse y morir de hambre?

—Yo digo que sigamos, necesitamos encontrarla. —dijo Zee. —Eso tenemos que hacer.

—Estoy de acuerdo. —Boun dijo, moviéndose de nuevo a la puerta. Examinó el pasillo.
—Está limpio.

—Espera. —dijo NuNew. Miró a Zee.
—¿Tú puedes saltarnos a la Cámara del Rey?

Los ojos de Zee se estrecharon.
—Sí, ¿por qué?

—Nosotros estamos bastante seguros de que ella, no está en esta cámara.
—NuNew explicó. —Y hay una muy buena posibilidad de que esté en la Cámara del Rey. Es más grande y está directamente vinculada a la Galería.

Zee asintió.
—Sí.

—Ella sabe que estamos aquí ahora.
—NuNew continuó. —Y ella va a
estar esperando por nosotros venir a través de la galería, ya que es la única entrada. Ella no nos estará esperando apareciendo en su habitación.

Zee miró a los otros, NuNew asumió que fue para medir las opiniones.

—Sabemos con lo que estamos tratando ahora. —dijo Boun.

—Esto podría funcionar. —Prem estuvo de acuerdo.

—Ya no soportaré caminar unos cientos de yardas más y que nos ataque un enjambre de vampiros en cada una de las cámaras, al igual que hace un momento. —Dijo NuNew, mirando directamente a Zee. —Quieres que termine, así que vamos a acabar de una vez.

Zee dio una inclinación de cabeza.
—Está bien.

Cada uno extendió la mano para tocar a la persona junto a ellos, desaparecieron de la Cámara de la Reina, y aterrizaron en la del Rey. La habitación era más alta, de unos 35 pies por dieciocho, y el techo de unos veinte pies de altura. Las paredes estaban cubiertas con jeroglíficos de lujo: oro, rojo y verde, escritos en otro tiempo.

La llave de Zee (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora