CAPÍTULO FINAL

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Cuando Zee volvió después de tirar la cena de Boun, se encontró con NuNew haciendo una bolsa. Se alarmó.

—¿Qué estás haciendo?

NuNew se volvió hacia él y sonrió.

—¿Qué hora es en Escocia?

Zee ni siquiera tenía que mirar la hora.

—Son las 04.00 a.m.

—Perfecto.

—¿Por qué?

NuNew se puso el abrigo más pesado que pudo encontrar, agarró la bolsa, tomó una manta del armario de la ropa.

—Está bien, eso es todo, supongo.

—¿NuNew?

Él dio una sonrisa a Zee que disparó en su sangre. NuNew se acercó a él y le dio un beso.

—Llévame al pantano.

Zee no discutió, él sólo pensó en la cabaña de Dun Add, el propio campo de batalla donde murió, y con el brazo firmemente alrededor de NuNew, lo llevó allí.

Tan pronto como sus pies tocaron el suelo, NuNew le dio un beso. Fue un beso dulce pero que mantenía una promesa de lo que estaba por venir. El cielo de la noche fue impedido por la niebla, el aire era frío, pero a NuNew no parecía importarle.

  
—¿Te das cuenta de que no dudaste en saltar ahora? —susurró Zee, luego lo besó de nuevo.

—Yo no siento más eso. —NuNew dijo encogiéndose de hombros. —Bueno, eso no es del todo cierto. Yo siento. Yo sólo me centro en la energía de eso en su lugar. Y siendo presionado contra ti ayuda.

Zee se rió.
—Eres notable, ¿sabes?

NuNew le entregó la manta.
—Aquí, ayúdame a extenderla. —Cuando la hierba fue empujada hacia abajo con la manta, NuNew se sentó y palmeó la manta junto a él. —Siéntate conmigo.

Zee lo hizo, pero no pudo evitar la sensación de que NuNew estaba planeando algo.

—Nu, ¿por qué estamos aquí?

—Privacidad. —Dijo NuNew. —Prem y Boun no nos pueden escuchar aquí.

—No, ¿por qué estamos aquí?

NuNew tragó.
—Tu vida humana terminó aquí. Pensé que si tenemos sexo y me muerdes, entonces quizás este debe ser el lugar donde termine la mía también.

Zee parpadeó.
—¿Qué?

NuNew se encogió de hombros, repentinamente nervioso.

—Eso es lo que quieres, ¿no es así?

—Por supuesto que lo es, pero NuNew, tiene que ser lo que tú quieres. No yo.

NuNew pasó la pierna sobre Zee y lo montó. Él trató de empujarlo de vuelta para fijarlo, pero era como empujar un muro de hormigón.

—¿Al menos puedes fingir que tengo la fuerza para empujarte para atrás?

Zee se rió y cayó hacia atrás, y NuNew con él.

NuNew puso su mano en la cara de Zee, y lo miró a los ojos.
—Yo quiero hacer el amor contigo.

Los ojos negros de Zee se incendiaron.

—NuNew.

—Te quiero dentro de mí. —NuNew susurró.
—Quiero tu polla en mi culo y tus dientes en mi cuello.

La llave de Zee (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora