Justicia (proceso)

Victoria Prince

- Tu padre insiste que debemos ir a su casa - ya estaba desayunando con Rodrigo.

- Deja de hablar con mi padre - ambos querían meterme presión - él no debe meterse en mis decisiones.

- Sabes bien que él tiene negocios con el mío - me recordó una vez más.

- Entonces deja de hablarme de él - gruñí.

Estoy segura de que él hizo que Rodrigo se acercara a mí, no lo niego, en su momento me ayudo mucho, es bueno en la cama y nunca intento meterse en mis negocios. Y cuando me recordaron esa maldita cláusula, él fue el mejor postor, ahora me arrepentía, pero estoy a solo dos meses de casarme, no puedo hacer más.

Me pasé toda la mañana y parte de la tarde con él en su departamento, me hacía sentir bien, tenía una manera de tocarme tan buena que podía deshacerme en sus brazos, era lo único bueno que podía sacarle de esta relación.

Después de salir de su casa fuimos con mi abogado, él nos tenía listo los documentos de bienes por separado, ambos aceptamos, pero lo que construyéramos desde que nos casemos sería de ambos, estaba bien, ambos pagaremos partes iguales, también un acuerdo de confidencialidad y otro de que al cumplir dos años de casados nos divorciaríamos, esa parte él no la tomo bien, pero de igual manera la firmo.

- Tenemos que ir a cenar con mi padre - me hablo mientras salíamos.

- De acuerdo - mi teléfono comenzó a vibrar - tengo que responder - me aleje un poco de él.

- Buenas tardes - era del hospital.

- Con la señorita Prince

- Si - dije - ¿qué necesita?

- Hablamos por la paciente Lili Anderson - oh - necesitamos que venga al hospital.

- ¿Paso algo?

- Ella está bien - respire tranquila - pero aun así necesitamos que venga.

- Iré en seguida - corte.

Regrese con Rodrigo, él ya estaba dentro del auto esperándome.

- Necesito ir al hospital - anuncié una vez estaba dentro.

- No puedes - me hablo fuerte - te dije que cenaríamos con mi padre.

- Yo te dije que necesito ir al hospital - le hable igual que él.

- Victoria, ya me tienes cansado con esa chiquilla - golpeo el volante - iremos a la casa de mi padre y punto.

Ambos nos miramos echando fuego por los ojos, él nunca me diría que hacer o que no hacer, tampoco me pondría hacer una escena en medio parqueo, tome mi bolso y me baje de su auto.

- ¿Dónde vas? - me siguió - respóndeme.

- Dije que necesitaba ir al hospital - levante la mano para coger un taxi - esto es más importante que una maldita cena con tu padre.

Lo dejé con la cara roja de enojo y con la palabra en la boca, le pedí al taxista que me llevara al hospital, por un momento pensé que Rodrigo me estaba siguiendo, pero cuando vi que su coche desapareció, respire normal otra vez, no le tenía miedo, pero una vez enojada haría una estupidez y todavía lo necesitaba para quedarme con lo que me pertenece.

Llegando al hospital pedí referencias de lo que pasaba con Lili, me llevaron donde se suponía debía estar la psicóloga, la tuve que esperar al menos 20 minutos, ¿si esto era importante, porque esperar tanto?

- Buenas tardes - llego una señora.

- Buenas tardes, Victoria Prince - le di la mano.

- Tome asiento, por favor.