Justicia (proceso)

Victoria Prince

Después de nuestro momento algo raro con Lili, regrese supuestamente a dormir, aunque lo único que logre es quedarme despierta hasta altas horas de la noche.

No me entraba en la cabeza que ella en tan poco tiempo pudiera llegar a sentir algo y mucho menos algo romántico, si bien es cierto yo sentia algo por ella, aunque aún no lograra definir que era exactamente, solo estaba segura de algo, me atraía, pero decir que estaba enamorada de ella era mucho. Debía hablar con su psicóloga, más allá de todo, necesitaba saber si ella había desarrollado algún tipo de sentimiento sobre secuestrado-salvador, sabía que eso podía existir y si ese era el caso de Lili en algún momento desaparecería.

Me había cuestionado fuertemente si podía tomar otro camino, si de alguna manera podía cancelar mi compromiso con Rodrigo, no le amaba y Lili me dejo en claro que no debería hacerlo si no tenía amor, para mí no era la gran cosa, era una unión por beneficio, él se beneficiaría porque pondría más en alto su nombre y yo conservaría mi empresa, no lo veía mal. Pero desde que ella me cuestiono eso, sí que me vi obligada a ver todo el panorama completo.

- ¿Qué debo hacer? - tuve que llamar a mi amiga.

- Sigue a tu corazón - muy cursi - no deberías tomar tan a la ligera tu vida, el matrimonio no es cualquier cosa.

- Ya lo sé - claro que sabía que no era cualquier cosa - pero no sé que más hacer.

- Mira - hablo un poco fuerte - no te estreses, aún faltan 3 meses para tu cumpleaños, no sabes qué puede pasar en ese tiempo, dale una oportunidad.

- Me estás queriendo decir que debo casarme con ¿Lili? - mi corazón golpeo a mi pecho tan fuerte que pude sentirlo atreves de mi piel.

- Solo digo que es una posibilidad - hablo - se nota que le gustas y se dé muy buena fuente que a ti también.

- Es complicado - hice una mueca - ¿qué pasa si un día ella se levanta y no quiere estar conmigo? Deje algo seguro por algo incierto.

- En el amor no siempre se gana - como le encantaba citarme frases cursis - es un riesgo a tomar.

- No sé Astrid - miré a través de la ventana - sabes cuanto he trabajado por eso.

- Si ella no se casa contigo, tendré que divorciarme y casarme yo contigo - dijo riendo - así no la perderás.

- Eres idiota - reí con ella - lo mantendré en cuenta.

- Descansa Victoria - bostezo.

- Descansa - corte la llamada.

No quería ser egoísta con ella, si ella tenía ese sentimiento porque yo la salve, no quería aprovecharme de eso, no era justo para ella. Pero y si, ¿Es verdad? Y si, ¿Ella si está enamorada de mí? No podía ser cobarde otra vez y dejar ir a una persona solo por mis miedos, debía afrontar el hecho de que esta vez si valía la pena luchar contra todos.

A mi abuelo jamás le importo con quién saliera, pero no sabía que podían decir en la empresa. No era algo que me importara, pero no quería que hubiera un escándalo con el nombre de Lili y que alguien que la busque pueda encontrarla, debía mantener todo esto con mucha discreción.

Decidí que dejaría a un lado mi compromiso y tratar de averiguar que era en realidad lo que sentia Lili, no quería decirle nada todavía, quería ir describiendo poco a poco y así no equivocarme, tampoco no le diría nada a Rodrigo, me tomaría un mes por lo menos en descubrir cualquier cosa. No solo podía imponerle que se casara conmigo para salvar a mi empresa, no debía cargar con ese peso.

Recosté mi cuerpo en la puerta, aunque mi decisión era no decirle nada, quería ir y pedirle un beso, sonaba bien en mi cabeza, desde esa noche había estado pensando en sus labios, en querer volver a sentirlos. Con Lili mis impulsos ganaban más que mi razón. Abrí la puerta decidida en ir a la suya y preguntar si podía hacerlo.