No quería ser entrometida con las conversaciones de Victoria, pero desde que ese hombre llego algo de él se me hizo muy familiar, su perfume era una de las cosas que reconocí, pero no sabía de donde, si solo era alguna vez que lo sentí en el cuerpo de Victoria, o fue hace tantos años. Pero de algo si estaba segura, ese hombre no era alguien bueno.
- ¿Qué dices?
- Cállate - la voz grave de Victoria resonó en las paredes de la habitación - dije que, no vamos a casarnos.
Casi podía dar saltos de felicidad, ella no se casaría con él, me alegraba porque estaba haciendo lo que me había dicho, sentía algo en mi corazón que me estaba diciendo que era egoísta y ambiciosa en querer que solo se fijara en mí, pero que podía hacer, ella me gustaba mucho y era un sentimiento nuevo y muy fuerte que no podía contener.
Corrí hasta la cama y caí desplomada con una sonrisa tonta en mi rostro.
- No va a casarse - susurre con emoción - no va a casarse.
Reí nerviosa y ahogue cada parte de felicidad con una almohada, no quería que me escuchara, reírme de las desgracias ajenas no estaba bien.
- ¿Puedo pasar? - me incorpore en la cama como un resorte, era ella.
- Si - dije controlando mis emociones.
Abrió la puerta dejándome ver su hermoso rostro cansado y con muchas cargas, quería saber que tanto le agobiaba, quería cargar con sus pesares, pero algo me decía que aún no estábamos en el punto de pedir explicaciones o decirnos todo lo que nos pasaba, así que guarde silencio.
- Perdón - entró sentándose a mi lado - No sabía que él iba a venir, le dije que hablaríamos mañana..... pero... ya ves - se quedó callada viéndome - en fin, ya se ha ido.
- ¿Tu estás bien? - ella ladeó su cabeza.
- Si - dije con desconcierto - yo estoy bien.
- Es lo importante - me acerque a ella y la abrace.
- ¡Oh! - se sorprendió - Dios, Lili - susurró escondiendo su nariz en mi cuello - ¿Como puedes ser tan dulce?
No le dije nada y solo sonreí, no sabía de donde salían tantas emociones, pero estas si me gustaban, eran un mar de calma y dejarme arrastrar por estas olas se me era la cosa más fácil del mundo.
Pasamos un rato más abrazadas hasta que sentí como el peso de su cuerpo era más, traté de despegarme de ella y la vi con sus ojos cerrados y su boca entre abierta y cerrada, su respiración era calmada y el movimiento de su cuerpo era nulo. Se había dormido.
La acomode un poco en la cama, pero sus brazos se aferraron a mi cuerpo llevándome con ella hasta caer ambas en la cama acostadas, se acomodó en mi pecho y volvió a respirar pausadamente.
¿Era esto lo que quería?
Si ella no quería, yo si, tenerla entre mi brazos me hacía sentir tan grande, quería protegerla de todos, aunque ni yo misma podía protegerme, pero con ella sería distinto.
********
Pasamos gran parte de la noche juntas, compartiendo un pequeño espacio en la cama, aunque parecía que invadíamos el espacio personal de ambas, era completamente diferente, ambas queríamos estar abrazadas con nuestras piernas entrelazadas.- ¿Quieres hacer algo hoy? - me pregunto mientras comenzaba a comer sus huevos revueltos.
- ¿Es seguro que salgas? - la mire de reojo, su nana aún no sabía sobre nuestra extraña relación.
- Si, claro solo si tú quieres - tomo mi mano.
Solté su mano poniéndome nerviosa, ¿acaso no le importaba que su nana nos viera? No sabía quien podía enterarse o quien no, era algo que aún no hablábamos.
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Justicia (proceso)
Romance¿Por qué estas cosas me pasan a mí? Nunca fui buena en nada, solo quería subsidio, pero él me arruino, arruino mi vida, llevándose todo a su paso.