-Solo tómame...
-Cuándo estes sobria hablamos sobre eso..
-Lo estoy mírame, si me rio es que lo estoy...-Dijiste con una sonrisa boba mientras tratabas de mantener el contacto visual.
Tu s/o quitaba tus tacones mientras estabas en la esquina de la cama, habían regresado de una pequeña fiesta de cumpleaños de tu mejor amiga, bebiste demasiado no lo hacías siempre pero esta vez era una ocasión especial, durante la fiesta el solo te miraba, cuidándote.
-Ya es tarde, estás demasiado borracha, es mejor que duermas, cariño.
-Que aburrido, eres mi pareja, tienes todo el permiso de follarme ahora mismo..-Lo miraste haciendo un pequeño puchero.
-Que sea tu pareja no significa que te pueda follar cada que se me de la gana..
El se dirigió al closed por tu pijama, estar borracha te hacia tan atrevida, el alcohol te hacía sentir exitada, caliente. Comenzaste a quitar tu vestido, para esto tu s/o ya estaba enfrente de ti, con tu pijama en mano.
-Nonono, hoy no dormiremos, pero sabes que si vamos hacer?..-Dijiste con una gran sonrisa pícara en tu rostro.
-Créeme que estoy cuestionando en aventarte una cubeta de agua fría por hormonal..-Te miraba seriamente, y tu solo reíste por su comentario.
El solo se puso un pans y dejo su torso descubierto, para después ayudarte a poner tu pijama y acostarte.
-Bueno, entonces me ocuparé sola..-Lo miraste mientras gateabas a la esquina de la cama, quitaste tu short, y luego tus bragas.
Te sentaste en un sillón que se entraba enfrente de tu cama, subiste tus piernas dejando tu entrada expuesta en la vista de tu s/o, el estaba acostado boca arriba, sabía que te miraba pero no le diste importancia.
Los dos sentían esa tensión sexual, y deseaba tanto follarte duro como de costumbre, pero no le permitía el hecho de que estuvieras ebria, por tu parte no era un problema, cuando se lo pedías le estabas dando todo el consentimiento, pero sabias como era.
Frotaste tus dedos por encima de tu botón, para después meter un dedo, soltabas pequeños jadeos, metiste otro, realmente te exitaba tanto el hecho de que estuviera observando cada movimiento que hacías.
-Que pervertido, ¿Te gusta verme?, ¿Ah?...-El solo mantenía la mirada en ti..-Yo se que lo deseas igual que yo, pensé que tú gustaba sentir como apretaba tu pene con mi entrada, la emoción que los dos sentimos cuando estamos apunto de llegar, escuchar nuestros cuerpos chocar, ver mi rostro cada gesto, mientras lo hacías más fuerte, mientras me llenabas de ti..-Seguías moviendo tus dedos con lentitud.
Comenzaste a moverlos más rápido, seguían haciendo contacto visual, observaba cada gesto, cada movimiento, sabias que ya estabas cerca del orgasmo, sentías tus mejillas arder, y poca saliva fuera de tu boca, cerrarte tus ojos al llegar, para cuando los abriste, viste como tú s/o desamarraba los cordones de sus pans, mientras te miraba seriamente, no sabias si estaba molesto, desesperado, pero sin duda sería una noche larga.
-¿Te gusta hacer esto, zorrita?, ¿Te gusta jugar con mi paciencia?, eres una perra desesperada...-Agarro tu mentón con una de sus grandes manos, haciendo leve presión para no lastimarte.
Quito sus manos, sonreíste, sabias que habías ganado, tus manos tocaron tu sobresaliente ereccion, hacia un pequeño líquido salido de la punta de su glande, lo miraste mientras adentrabas la punta de su pene en tu boca, comenzaste lento, pero de repente sentirte unas manos en tu cabello, haciendo presión para meterlo todo dentro de tu boca, pequeñas lagrimas salían de tu ojos, no era de dolor, eran de placer, se agacho para darte un beso, mientras apretaba tu cabello, sentiste sus manos sobre tu cintura, te llevo a cama, para después dejar besos por todo tu cuerpo hasta llegar a tu intimidad, dio un lengüetazo, y se paró, para posicionar su pene en tu entrada, y entrar de una, soltaste un gran gemido, se sentía como mil infiernos juntos, apretabas levemente su pene, empezó a moverse rápidamente, debes en cuándo te daba leves azotes en tus pechos, apretabas las sábanas con tanta fuerza, ya no podías aguantar más, sentías un pequeño revoltijo en tu vientre, las estocadas eran tan fuertes que sentías que iba a dar marcados tus muslos, pero si embargo pedias más, el ya había tenido un orgasmo, buscaba el tuyo, sentiste de nuevo ese revoltijo, se trataba de un squirt, pero te apenaba tanto tenerlos.
-Pipi, pipi..-Dijiste entre llanto.
A lo que tú s/o paro, y saco su pene lentamente para evitar lastimarte. Los dos cayeron rendidos, pero decidieron darse un baño, para después cambiar las sábanas
